Hoy ha lucido el sol. El campo está lleno de vida y los pájaros cantan a la par que pican los higos del jardín.
Me he puesto un vestido largo para acudir a la fuente, pero no había gotas. Miré detenidamente los pliegues adormecidos que mustios me arropaban y vi una vana ilusión.
Mañana acudiré otra vez al mismo lugar para saciar mi sed, pero dejaré el sacrificio aparcado en el quicio de la puerta.
Simplemente la vida me enseña los pasos a seguir en cada madrugada, en cada atardecer...
Me he puesto un vestido largo para acudir a la fuente, pero no había gotas. Miré detenidamente los pliegues adormecidos que mustios me arropaban y vi una vana ilusión.
Mañana acudiré otra vez al mismo lugar para saciar mi sed, pero dejaré el sacrificio aparcado en el quicio de la puerta.
Simplemente la vida me enseña los pasos a seguir en cada madrugada, en cada atardecer...