La Perla de la Unión. Un Simbolismo Universal.

La Perla de la Unión. Un Simbolismo Universal.
La "PERLA DE LA UNIÓN". Si todos aunáramos Creencia, en un Ser Único, sabiéndonos parte de Él mismo, la vida cambiaría.

domingo, 18 de octubre de 2009

¿Te importa que me siente a tu lado?


-¿Te importa que me siente a tu lado?
-No.
-Es que… tengo miedo. ¿Tú tienes miedo?
-No.
-¿Sabes?... Estoy cansada. Mi camino hasta el día de hoy ha sido fatigoso, y ya siento temor ante circunstancias que antes no me asustaban. A ti ¿te asusta algo?
-No.
-Mira, la verdad es que he compartido mucho tiempo con la soledad y ya estoy cansada de que nadie me escuche, estoy cansada de ser transparente. Me refiero a transparente por partida doble, ya que soy muy sincera, muy auténtica y además… porque nadie me ve. Paso de puntillas por la vida sin ser vista. A ti ¿te ocurre algo parecido?
-No.
-Tienes suerte. ¿No crees que tienes mucha suerte?
-No.
-Bueno, realmente la buena estrella a partir de este momento, la tengo yo. Te he encontrado en el momento justo de mi vida. Al fin… eso de estar acompañada me da una felicidad que no te imaginas ¿me comprendes?
-No.
¡Gracias Dios!. Muchas gracias porque ya… nunca más padeceré de soledad. Has puesto a mi lado a esa persona que tanto necesitaba.

Y una Voz se escucha por los Espacios Siderales:

-¡Hija! ¿Por qué te empeñas en ver una gota de rocío cuando está cayendo un chaparrón?
Si miras dentro de ti misma aprenderás más en el silencio que si acudes a una tertulia de Sabios.
Piensa que estás llena de respuestas y ellas serán tu verdadera compañía en el camino de la Vida. Toma conciencia de que no viajas sola, aunque tus ojos no lleguen a alcanzar la imagen. Pero sobre todo, no veas un bello Mar en donde realmente... hay un charco.
-¡Ah!

19 comentarios:

  1. Buenas noches, Celia:
    Realmente ha sido un placer posarme en tus páginas y leer tu entrada...justo en un momento de mi vida donde he encontrado respuestas...pero no contaba con que cambiaran las preguntas...

    En todo caso, silenciando la mente se logra paz y discernimiento...me ocupo cada día de mis tareas, modifico y mejoro lo que puedo en mi interior y en el exterior y lo que no, lo acepto...
    Pero lo más genial es sentarme junto a un/a amigo/a, leer a personas como tú y participar en la aventura de la vida de la forma más ecuánime posible.
    Seguiré leyéndote aunque no siempre comente.
    http://themcelvez.blogspot.com

    ResponderEliminar
  2. La Voz tiene razón. Y la verdad no está ahí fuera, como nos decían los de "Expediente X".
    La verdad está dentro de nosotros mismos.

    Me ha encantado tu entrada, Celia!

    Un beso grande!

    ResponderEliminar
  3. Querida Celia, me ha gustado el relato. Es muy real. Y todo esta en nuestro interior, la soledad es una aliada a la hora de buscarnos para encontrarnos a nosotros mismos.
    Me robas sonrisas cuando habla Dios en tus relatos, es como si nos diera un jalón de orejas para que abrieramos más los ojos!

    Un beso amiga
    Buen comienzo de semana

    ResponderEliminar
  4. Hola Celia,tocaya.
    Gracias por tu comentario. Yo creo que hace tiempo nos hemos intercambiado algun mensaje, y me alegra volver a encontrarte.
    La verdad es que todo está en nosotros mismos. Todo lo bueno y lo menos bueno. Así es que... pienso es importante trabajarnos y subir escalones día tras día.
    Te voy a contar un secreto:
    Me encanta el nombre de Celia. Pienso que si regreso a este mundo, otra vez como mujer, repetiré.
    Un abrazo y gracias.

    Lourdes:
    Claro que la voz tiene razón. Yo lo siento así; y eso no es nada nuevo. Siempre tuve esa percepción.
    Un beso, amiguina, y ánimo con el Ayuntamiento. Y si me necesitas voy corriendo.
    Besinos.

    Carolina:
    Creo que muchas veces solo vemos lo que queremos ver, obviando las realidades.
    Mi protagonista del relato, tenía tantas ganas de sentirse acompañada que, ante un "muermo", se sentía arropada. ¡Fíjate!.
    Un peso, guapina.

    ResponderEliminar
  5. Carolina, hija... soy tan acelerada que en vez de escribir un beso, he puesto un peso.
    Así es que repito:
    "Un beso, guapina"

    ResponderEliminar
  6. Celia, excelente entrada, no se puede hipotecar la vida por un charco de agua.
    Cuando una está bien el Mundo funciona bien, sola o acompañada.
    Es mi opinión.
    Besos y cariños, no pares de hacernos reflexionar

    ResponderEliminar
  7. Una correcta percepción de sí mismo, de los demás y de lo que nos rodea, que dificil es lograrla. Por otro lado que bien hace aprender a escuchar los silencios internos.
    Un abrazo
    unaimagenpalabrasmil.blogspot.com

    ResponderEliminar
  8. Celia...por eso me ausento un tiempo.
    Besos y gracias.MJ

    ResponderEliminar
  9. Celia, el no como respuesta, es como el sí sin añadir nada más.
    Te deja sin nada.
    No creo en la verdad una, existen muchas verdades, o mejor, muchos matices, en un charco se puede reflejar la luna, y nos ahogamos bajo un chaparrón.
    Qué reflexión más sutil nos regalas, Celia, gracias por hacernos meditar.
    Bsito cariñoso, natalí

    ResponderEliminar
  10. Hola Celia.

    Me encantan tus diálogos con Dios. ¿Me lo dejas un rato?
    Hay veces que anhelamos encontrar respuestas imposibles, olvidando dar una mirada por ahí dentro y escuchar lo que tenemos que decirnos. Y es tan sencillo...

    Un abrazo XXL.

    Maat

    ResponderEliminar
  11. Hola Celia.

    Me ha gustado este soliloquio.
    De ahí el dicho, "No estoy solo, estoy conmigo"

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  12. Cuando nos sentemos más con nosotros mismos y aprendamos a escucharnos, será todo más fácil. Sin duda alguna.

    Abrazos enormes enormes.

    ResponderEliminar
  13. Me quedo con esta parte del relato:
    "Si miras dentro de ti misma aprenderás más en el silencio que si acudes a una tertulia de Sabios.
    Piensa que estás llena de respuestas y ellas serán tu verdadera compañía en el camino de la Vida"

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  14. Curioso,
    Según empecé a leer parecía como que la primera voz hablaba para sí misma, y no iba tan desencaminada mi primera impresión.
    Totalmente de acuerdo, el silencio hay que tenerlo en cuenta.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  15. Tu relato es casi una parábola Celia, donde el interlocutor, tu voz interior, clama por ser escuchada... A veces no es necesario perder el tiempo en buscar respuestas, basta con vivir y disfrutar de la vida tal y como se va presentando...

    Un besote gigante, amiga. Siempre es un placer pasar a leerte.

    ResponderEliminar
  16. Hola Marián. Los charcos están para saltarlos.
    Gracias amiga, poeta y buena gente... Un abrazo.

    Luis. Es bueno escucharnos por lo menos, alguna vez.
    Un abrazo

    Maria José.
    Será corto el tiempo que nos dejes. Ya lo verás.
    Besos

    Natalí. La verdad es que muchas veces, en nuestra vida, hacemos un monólogo pensando que alguien nos escucha.
    Pero, ¡si eso mismo también lo hago yo! y me quejo.... ummmmm
    Besinos

    Hola Maat.
    Los diálogos con Dios podemos tenerlos todos. Tnenemos que saber escuchar y poner un aderezo de imaginación.
    Besinos

    Ardilla. Muy bueno el dicho. Pienso que es cierto, cierto.
    Un abrazo

    Manolo. Abrazos enormes enormes, también para ti; maravilloso poeta.
    Y un besito

    Julio. Me alegra que te hayas quedado con esos trocitos. Realmente son los más importantes, y los que dicen.
    Un abrazo

    Hola Amig@.
    ¿Sabes? Mi anterior entrada, esa de los zapatos, me la ha inspirado tu martes y 13. Y es que llovía Y TÚ EN SANDALIAS. Pensé... mejor descalza y así no aprieta nada por ninguna parte.
    Besos

    Liliana, corazón.
    Me ha encantado despertarme y encontrar tu comentario, poeta.
    Me alegra un montón cada vez que me visitas.
    Un abrazo muy grande.

    ResponderEliminar
  17. Buenas Celia.
    Gracias por tu comentario en THEMCELVEZ.
    Aunque diversifico mis tareas, como agente literaria puedo enviarte información si me proporcionas un e-mail.
    Mantengo una estrecha relación con una editorial que facilita el camino a l@s escritor@s noveles.
    Gracias por compartir.
    Saludos cordiales,
    Celia Estévez

    ResponderEliminar
  18. Me encanta esa forma de conversar en alto.
    Un besiño desde estos mares de encinas.

    ResponderEliminar
  19. Estos escritos tuyos,me gustan especialmente,de verdad.
    Ese hablar con un Dios que escucha resignado tus desquicios, tus súplicas y ruegos, tus irónicas sitaciones.
    Ese que te aconseja como padre abrumado por tu carácter ensoñador y curioso.
    Me gustan muchísimo, de verdad te lo digo.
    Nunca hay que ver rocío en aguas torrenciales,pero qué bonito es hacerlo,¿no?
    Para pensar,sin duda.
    Más besos.

    ResponderEliminar