El Túnel de la vida, alguna vez, se presenta ante ti, cuando
vas camino arriba. Y toda la Fuerza, toda la Convicción que has logrado, se
disipa con las dudas y solamente llegan Sombras a tus pensamientos.
Una vez más, he tenido que detenerme para retomar Fuerza y Convicción
en que si recordara que la Luz vive en
el propio ser humano, no habría visto esa angosta Oscuridad.
Tantas experiencias evolutivas, tantos logros adquiridos,
quedaron sin sostén y me encontré tan sola, tan desamparada, como nadie puede
imaginar.
(Imagina el respaldo de una silla sobre la que te recuestas
uno y otro día. No reparas en él, pero cuando te falta no solamente te caes tú
de la silla, sino también, ella misma va al suelo).
Pero ¿Sabes qué es lo mejor?... Mirar las situaciones desde
un nuevo comienzo, recomponer todo lo
derribado y por supuesto, advertir que para escalar a la cima es necesario
comenzar el trayecto con la esperanza de alcanzarla.