-Hola.
-Hola. ¡Es extraño volver a verte!, hace mucho tiempo que no me visitas. ¿Qué te trae por aquí?
-Acabo de llegar de una reunión en donde había mucha gente enferma. Buscan colaboraciones para poder apoyar un experimento con células uterinas. Parece que está probado que pueden ayudar a muchos enfermos.
-¿Y?
-Es que se encuentran solos. ¿Puedes hacer algo?
-Sí.
-¡Qué bueno! Algo así venía a pedirte ya que en la Tierra, los que rigen los destinos de la misma, están muy ocupados en otros menesteres. Por decirte algo… se gastan cantidades ingentes de dinero en ocio, deportes, historias de acá y de allá, obviando a menudo a quien sufre, como es el caso que nos ocupa. Existen muy pocos apoyos para la investigación.
-Lo sé.
-¿Y por qué no haces Tú algo, ya que puedes?
-Porque, hija mía… no me escuchan. No me escucháis. Habéis olvidado esa Esencia común que os hermana, y que hace posible sentirse el otro.
Cuando uno no padece, es posible que piense que siempre será así. Pero la vida gira y lo que hoy es día, mañana puede ser noche.
-¿Y?
-En vosotros está la solución. Poneros siempre en el sentimiento ajeno. Tal vez así comprenderéis más las vivencias.
-Hola. ¡Es extraño volver a verte!, hace mucho tiempo que no me visitas. ¿Qué te trae por aquí?
-Acabo de llegar de una reunión en donde había mucha gente enferma. Buscan colaboraciones para poder apoyar un experimento con células uterinas. Parece que está probado que pueden ayudar a muchos enfermos.
-¿Y?
-Es que se encuentran solos. ¿Puedes hacer algo?
-Sí.
-¡Qué bueno! Algo así venía a pedirte ya que en la Tierra, los que rigen los destinos de la misma, están muy ocupados en otros menesteres. Por decirte algo… se gastan cantidades ingentes de dinero en ocio, deportes, historias de acá y de allá, obviando a menudo a quien sufre, como es el caso que nos ocupa. Existen muy pocos apoyos para la investigación.
-Lo sé.
-¿Y por qué no haces Tú algo, ya que puedes?
-Porque, hija mía… no me escuchan. No me escucháis. Habéis olvidado esa Esencia común que os hermana, y que hace posible sentirse el otro.
Cuando uno no padece, es posible que piense que siempre será así. Pero la vida gira y lo que hoy es día, mañana puede ser noche.
-¿Y?
-En vosotros está la solución. Poneros siempre en el sentimiento ajeno. Tal vez así comprenderéis más las vivencias.
No dejes que tu Alma vuele sola. Recuerda que la Esencia es la misma que la de aquél que no intenta volar.
-¡Ah!