Ya de regreso a casa, hago un balance, un balance con la verdadera percepción, dejando atrás lo que me gustaría que huabira sido:
El día 12, a las 19:00, estaba convocada la Presentación del Libro. Realmente no había movido nada el evento ya que pensé que acudirían las personas que habrían de acudir.
Éramos un puñado... los suficientes para departir durante una hora, sobre la Vida y la propia Existencia.
Resultó muy bonito porque esta vez, todos los presentes estaban allí, sin condicionante alguno, y esa era mi máxima. Ni familia ni amigos... más que una amiga del Alma.
Nuevas amistades, intercambio de palabras. Un lugar acogedor... y muchos abrazos.
Al día siguiente a las 18:00, me esperaba la caseta 75, en la Feria del libro de Madrid. Sólo con haber tenido la oportunidad de participar allí, ya hizo que mi corazón palpitara, tal vez creyéndome alguien importantes... hasta que esa Energía que me rodea, me pusiera en mi sitio:
No era ni más ni menos que aquel o aquella que paseaba por el recinto, perdido entre el gentío.
Pero aún así, me percibí un poquito elegida por el azar de la vida, y firmé libros, -mucho más de lo que esperaba- repartí sonrisas del Alma y algún que otro abrazo.
Me sentí exitosa, aunque la machacona vibración de la Luz me dijo:
"¿Éxito? Jamás te percibas así, aunque las masas un día, te aplauda -algo poco probable-. El éxito está en lo que llegues a trasmitir, no en lo que eres"
En fin... que aquí estoy de regreso, esperando el Jueves que partiré de nuevo. Esta vez a Málaga. Una Conferencia me espera y una vez más... moveré la Rama, que porto en mi Alma
