Existen variadas formas de escribir, pero basados en dos
percepciones:
-En una de ellas, la Mente busca, organiza, traza un guión,
y plasma. Aquí, en ocasiones –tal vez demasiadas-, llega el tan temido, por los
Escritores, “papel en blanco”.
-Otra forma de escribir viene de la fluidez interior. Ese
interior que está lleno de Conocimiento, de Verdad, de Poesía. Es una Fuente
que mana por y para siempre, y por y para todos.
Sí. Todos podemos beber de la maravillosa Fuente, pero eso
sí: Hemos de creer que está ahí; que existe. Que mana chorro a chorro como Voz
interior.
Curiosamente grandes escritores han escrito sus textos “elevados”,
dejándose ir. Bebiendo a tragos grandes, o gota a gota.
Unos han confesado su hallazgo, en modo y cómo, abiertamente; otros han acallado la experiencia para que
brillara el reconocimiento Personal, o sea, la brillantez de sus hallazgos a
través del sesudo pensamiento.
La elección está en quien escribe.
Pero sería maravilloso que cada cual que reconoce esa
inspiración del Todo, deje constancia de nuestra maravillosa Realidad interior.
Para despertarla, solo es necesario ser lo que realmente
somos:
Amor. Y deseos de Unión, derribando fronteras, uniendo
creencia en la única Perla Infinita, de
la que todos partimos y a la que regresaremos uno u otro día.
El Conocimiento interior es común a todos. Búscalo a través
del Amor.