Un sillón confortable
Una canción de cuna
Una goma de borrar
Unos rayitos de insolación
Una copita de incoherencia
Varias guindas de olvido
Una garrafa de licor.
Sugerencias
Una tableta de chocolate (Carolina)
Elemental, el sillón. El resto de los ingredientes se pueden modificar por otros similares.
Se sienta nuestro invitad@ en el sillón.
Se le entona una canción de cuna; de esas que te remontan a la infancia, cuando los problemas no eran.
Seguidamente se procede a frotar varias veces por su mente, la goma, borrando todas las preocupaciones.
A continuación se le deja en la terraza al “testero” cuando braman los rayos del sol. Eso en zonas soleadas. En el Norte, lo sustituimos por la lámpara de rayos UVA, hasta que se quede medio frito.
Se culminará el proceso con un sorbo de incoherencia y varias guindas de olvido.
Elemental, el sillón. El resto de los ingredientes se pueden modificar por otros similares.
Se sienta nuestro invitad@ en el sillón.
Se le entona una canción de cuna; de esas que te remontan a la infancia, cuando los problemas no eran.
Seguidamente se procede a frotar varias veces por su mente, la goma, borrando todas las preocupaciones.
A continuación se le deja en la terraza al “testero” cuando braman los rayos del sol. Eso en zonas soleadas. En el Norte, lo sustituimos por la lámpara de rayos UVA, hasta que se quede medio frito.
Se culminará el proceso con un sorbo de incoherencia y varias guindas de olvido.
La garrafa de licor se reserva para casos muy extremos.
