Alguna vez… ¿Por qué estoy tan triste y no encuentro consuelo?
Tal vez esté triste porque las situaciones de la vida no son siempre las deseadas, ya que no encuentro consuelo, al esperar esa mano amiga que me acoja y me comprenda...
No encuentro ese abrazo cuando lloro con sentimiento amargo y mi Alma se siente vacía.
No encuentro ese Sol que busco… porque la lluvia cubre mí camino y llevo penurias anudadas en el corazón, y las rutas marcadas, se borran y el camino se difumina tras la mente que poco a poco va olvidando.
Porque la vida comienza con la niñez y sube poco a poco, por esa colina camino del mañana . Y en el trayecto se encuentran nubes y los pies se vuelven perezosos ya que los años también tiran piedras sobre el cuerpo mientras el Alma transita las experiencias de Vida.
La necesidad de alcanzar metas, alguna vez hace que olvidemos aprender del trayecto, y los lodos hunden nuestros pies y el deseo de abarcar hace que perdamos la percepción de nuestros brazos que ya, olvidan abrazar al estar sumidos en alcanzar.
La vida es un continuo cortejo entre la vivencia física y la Muerte, que uno u otro día, alcanzaremos.
El viento nunca susurra si tus oídos se acostumbran a esperar el silbido fuerte del huracán y así, puedes pasar la vida entera persiguiendo un espejismo que nunca llega.
La historia se mueve y pasa páginas y las lecturas, alguna vez, no son leídas por el Alma, que afanada en conseguir se olvida de Ser.
Y los pies siguen caminando los caminos mientras que el Alma aprende los diversos senderos que un día… trazó.
Celia Álvarez Fresno 20-10-2021.
