
Estoy en pleno campo, esperando mi fuente de inspiración y como no la veo, grito en voz alta
-¡Musa! ¿Por qué te escondes?
Y… las casualidades de la vida, en las que no creo, me trajeron una avispa malhumorada que dio buena cuenta de mi persona.
Y aquí me encuentro, con un ojo cerrado y otro casi.
Ahora estoy alrededor de este insecto que yace, pensando si realmente era mi Musa, que además del picotazo me traía un mensaje de inspiración y resulta que la he matado…
-¡Musa! ¿Por qué te escondes?
Y… las casualidades de la vida, en las que no creo, me trajeron una avispa malhumorada que dio buena cuenta de mi persona.
Y aquí me encuentro, con un ojo cerrado y otro casi.
Ahora estoy alrededor de este insecto que yace, pensando si realmente era mi Musa, que además del picotazo me traía un mensaje de inspiración y resulta que la he matado…