La Perla de la Unión. Un Simbolismo Universal.

La Perla de la Unión. Un Simbolismo Universal.
La "PERLA DE LA UNIÓN". Si todos aunáramos Creencia, en un Ser Único, sabiéndonos parte de Él mismo, la vida cambiaría.

domingo, 6 de diciembre de 2020

DIOS DESDE LO ABARCABLE

 






Dios, adorna las moradas con el Amor y la superación.

 

Quien cree en Dios, se afianza en su vivencia de Amor.

Quien cree en Dios, alaba su Existencia.

Quien cree en Dios, se involucra en la vida, con la seguridad de alcanzarle.

Quien cree en Dios, apacienta rebaños desde su reflexión y reconocimiento en que todo sucede como lección y aprendizaje.

Quien cree en Dios, se mira a sí mismo, mirando desde la Consciencia, el motivo de su trazado.

Quien cree en Dios, acepta a la Humanidad, con sus Luces y sus Sombras, ya que los caminos elegidos son diversos y todo lleva hacia una finalidad.

Quien cree en Dios, cree en Sí mismo y jamás se derrota espiritualmente, aunque la derrota parezca   ser segura.

Quien cree en Dios, vive convencido de sus pasos de Amor, porque si la palabra dice “creo” y la actitud del sentimiento del corazón no asume, la creencia es baldía.

Quien cree en Dios, no distingue razas ni lugares; conoce el Amor, entona bendiciones, acuna con su vibración de Amor, cada rincón Universal.

Quien cree en Dios, no está a merced de los juicios de la tierra y sigue su sendero de Amor.

Quien cree en Dios, no se alimenta de halagos ni de triunfos,  esos que no son más que reconocimientos del ego raso.

Quien cree en Dios, siembra frutos y admira belleza aún en un cauce seco.

Quien cree en Dios, no traiciona, no juzga, no deja su potestad de Amor, en manos banales.

Quien cree en Dios, establece pacto de unión sobre sucesos y creencias divergentes; sobre juicios del ser humano injusto que teme al otro.

Quien cree en Dios, ama desde el sentimiento aunque reciba desdén por parte del amado.

Quien cree en Dios, dulcifica vidas, establece pactos de Amor, une en concordia.

Quien cree en Dios, cree en sí mismo y en él, lo ve y se asienta en vuelo raso ante sus carencias y se eleva en vuelo Eterno ante su Sabiduría.

 

Porque quien cree en Dios, también sabe creer en sí mismo y en todo lo que abarca su Alma, en sincera concordia. 

 

Quien cree en Dios, no le importa el juicio ajeno, ni las piedras que le hieren, porque su Luz le hace mirar al otro, desde su propia Luz y comprende y acoge y responde a las palabras oscuras, con el agradecimiento que da el sentirse grande al no dejar que sea la mente quien emita juicio.

 

Y los seres humanos seguimos los caminos y los juicios se emiten y el Juez físico dicta sentencias y Dios, dice:

“Sé tú, tu propio Juez, y emplea el código que mora en tu Alma cuando juzgues a los otros”

 

Celia Álvarez Fresno 6-12-2020

Conocimiento y Sabiduría

 




El Conocimiento es intrínseco a la Sabiduría pues esta, regó conocimiento.

 

Los seres humanos que encuentran sentido a sus vivencias, encuentran también, Camino.

 

Los fusiles que entonan las muertes del humano contra el humano, están contempladas como vibración rasa de desconocimiento del Ser.

La barbarie está sembrada cuando la mente vibra oscurecida y se involucra en matanzas.

 

El ser humano que ensombrecido traza contiendas es porque en él, vive la contienda. Un ser despierto a la Luz ve concordia, Luz y armonía y eso reparte.

 

Los Universos tienen diversas moradas:

En unos, vibran seres que no tienen nada en común con los seres físicos más que, la gota de la misma Fuente, aunque su derivación tome formas y sentimientos alejados del humano.

 

Imagina los Universos como células de un Todo:

Las células de un cuerpo, se enferman, se multiplican, se atacan, y mueren y así muere el cuerpo.

Imagina el Universo de los Universos, como una gran Célula que envuelve todo, y en sí misma, vive la derivación de la materia y la diversidad de sentimientos.

El Todo es Continente y Contenedor de todo lo creado.

Los Universos, contemplados desde la Totalidad, son tan grandes y tan pequeños como la Totalidad desee.

Los límites de lo irreal están establecidos por las creencias.

 

Para la mente humana todo lo que no alcanza a comprender, es irreal. Para Dios, Totalidad, todo es alcanzable, todo confluye, se separa, se expande o se achica.

Las diversas experiencias son el Libro de la perpetuidad y del Conocimiento existencial. Todo viene y va, con una finalidad, y todo confluye en el Ser Eterno.

No has de imaginar a Dios como único punto de las derivaciones, sino como el Ser único del que pende y deriva la Existencia.

Los cuerpos Celestes vibran en sintonía y para la Totalidad los cuerpos celestes, (inmensos e inalcanzables para ti), son partículas de Sí mismo.

 

Deja volar tú Sabiduría y percibe la Sustancia infinita en Ti.

 

El ser humano no es el único habitante de la vivencia Universal, pero sí es una experiencia de la cual, derivan multitud de experiencias nuevas:

Cuando el Alma se encarna, vivirá diversas experiencias y todas ellas serán recibidas por la Totalidad como experiencias propias, porque en cada una de las experiencias físicas, está Él, con la sabiduría viva o acallada.

Los constantes arquetipos de las vivencias, entonan diversas experiencias y ante ellas, se puede recrudecer la vivencia o alcanzar la liberación de la Materia. Vivir en la Materia conmina a la experiencia de los sentidos. Vivir en la Espiritualidad, absorbe los sentimientos y las percepciones, desde la libertad física, pero aún así, están medidas por la Totalidad espiritual.

 

Si encumbras la belleza, en las experiencias, serás belleza otro día.  Si encumbras la oscuridad, en las experiencias, serás banalidad otro día. 

En los Universos todo es movimiento y todo son experiencias. Nada muere para siempre en su Esencia; -ni las semillas del vegetal, ni las células de las vidas, ni las manifestaciones pétreas, ni las gotas de la Fuente, se terminarán un día-.

 Todo es vivencia y Vida, y recuerda:

“La casualidad nunca hace brotar las flores”

Celia Álvarez Fresno 6-12-2020