Un cuadro me hizo llorar:
Durante mi estancia en Madrid, estuve una vez más en el Museo del Prado. Dediqué mucho tiempo, y admiré sobre todo, cada mirada de los rostros allí perpetuados.
Antonello de Messina, plasmó el cuadro titulado "Cristo muerto sostenido por un ángel".
Y curiosamente, observando ese cuadro lleno de dolor en el rostro del niño ángel, intentando sostener los brazos del moribundo, pensé en las atrocidades que cometemos los humanos. Pero no me llevó al entonces, si no al hoy. Acababa de leer el Diario la Razón, en el que narraban con pelos y señales las atrocidades sufridas por tantas niñas, mujeres, del mundo. Tantas torturas, tanto abuso, tanto dolor. Y el cuadro me llevó a esas mujeres niñas exclavas en donde sus vidas valen tanto como la patada en un guijarro y con desconsuelo admito cómo quien dió la patada, solo ve que le duele el pie por la sacudida.
Cada día me gusto menos. Y me gusto menos porque no soy capaz de levantarme de mi vida para comenzar activamente a defender al ser humano asediado por el ser humano dormido, despertando así, un reguero de atrocidades.
Narro frases del Alma, del Espíritu que fluyen a borbotones desde mi interior. Incluso me percibo inmortal y creo firmemente en el Ser Supremo que todos llevamos. También admito que cada cual elegimos nuestro camino conforme a las vivencias necesarias para nuestra evolusión y conocimiento.
Pero, amigos... no puedo comprender ciertas vivencias. ¿Acaso alguien ha sido capaz de elegir semejante destino? Y me refiero con ello a la fiereza del que ultraja y también al ultrajado.
Me asusta que seamos capaces de observar todas esas escenas que viven en la vida, sin tomar la más mínima decisión.
Hoy, desde este simple lugar, me gustaría convocar a quien pase por aquí, para que juntos, enviemos una vibración de Amor hacía tanto maltratador. Y otra de consuelo y Fuerza, para tantos maltratados sea en la circunstancia que sea.
No podemos permanecer callados. No podemos cruzarnos de brazos. Hemos de hablar de Amor, concienciar al Mundo, de la Unión, la Paz y sobre todo, regalemos Esperanza, haciendo que las voces se levanten cada día.
Luchemos por la coherencia de quien lleva los destinos de la vida, en el plano físico. Y luchemos para que sean capaces de Amar.
La Perla de la Unión, para que vibre la Energía del bien común.
Durante mi estancia en Madrid, estuve una vez más en el Museo del Prado. Dediqué mucho tiempo, y admiré sobre todo, cada mirada de los rostros allí perpetuados.
Antonello de Messina, plasmó el cuadro titulado "Cristo muerto sostenido por un ángel".
Y curiosamente, observando ese cuadro lleno de dolor en el rostro del niño ángel, intentando sostener los brazos del moribundo, pensé en las atrocidades que cometemos los humanos. Pero no me llevó al entonces, si no al hoy. Acababa de leer el Diario la Razón, en el que narraban con pelos y señales las atrocidades sufridas por tantas niñas, mujeres, del mundo. Tantas torturas, tanto abuso, tanto dolor. Y el cuadro me llevó a esas mujeres niñas exclavas en donde sus vidas valen tanto como la patada en un guijarro y con desconsuelo admito cómo quien dió la patada, solo ve que le duele el pie por la sacudida.
Cada día me gusto menos. Y me gusto menos porque no soy capaz de levantarme de mi vida para comenzar activamente a defender al ser humano asediado por el ser humano dormido, despertando así, un reguero de atrocidades.
Narro frases del Alma, del Espíritu que fluyen a borbotones desde mi interior. Incluso me percibo inmortal y creo firmemente en el Ser Supremo que todos llevamos. También admito que cada cual elegimos nuestro camino conforme a las vivencias necesarias para nuestra evolusión y conocimiento.
Pero, amigos... no puedo comprender ciertas vivencias. ¿Acaso alguien ha sido capaz de elegir semejante destino? Y me refiero con ello a la fiereza del que ultraja y también al ultrajado.
Me asusta que seamos capaces de observar todas esas escenas que viven en la vida, sin tomar la más mínima decisión.
Hoy, desde este simple lugar, me gustaría convocar a quien pase por aquí, para que juntos, enviemos una vibración de Amor hacía tanto maltratador. Y otra de consuelo y Fuerza, para tantos maltratados sea en la circunstancia que sea.
No podemos permanecer callados. No podemos cruzarnos de brazos. Hemos de hablar de Amor, concienciar al Mundo, de la Unión, la Paz y sobre todo, regalemos Esperanza, haciendo que las voces se levanten cada día.
Luchemos por la coherencia de quien lleva los destinos de la vida, en el plano físico. Y luchemos para que sean capaces de Amar.
La Perla de la Unión, para que vibre la Energía del bien común.
