Un Sabio, un día, narró una historia.
Ignorante de mí, pensaba que mentía y olvidé las palabras aquellas que brotaron, en nubes de algodón.
Hoy, intento recordar, y ya no puedo.
¿Por qué no existe la opción del retroceso, cuando cometes errores en la vida?
Porque todo lleva aprendizaje, dice mi Yo.
Y yo, que escucho, lamento las pericias que un día y otro, trazan nuestras vivencias, vacías o llenas.
Y yo, que escucho, lamento las pericias que un día y otro, trazan nuestras vivencias, vacías o llenas.
Y si quiero vivir lo ya vivido, se ensombrece o se agranda, o se achica tal vez apartando la realidad aquella, que un día fue.
Y vivo en utopías, o quizá en realidades, pero cuando la memoria, dice adiós, no acaban las vivencias, tan solo los recuerdos son pastos de la nada.