Valentín, que estás en los cielos:
Perdona que me anticipe un poco para hablar contigo, pero es que tal vez, el día de tu Onomástica, estés muy atareado con ir aquí… volver allá… y no me escuches bien.
Al Cielo le pido que reparta, el día de los amores, gotitas de chocolate dulce, con sorbos de esperanza.
Al Cielo le pido una brisa azucarada de alimento, para todos los que sufren
Perdona que me anticipe un poco para hablar contigo, pero es que tal vez, el día de tu Onomástica, estés muy atareado con ir aquí… volver allá… y no me escuches bien.
Al Cielo le pido que reparta, el día de los amores, gotitas de chocolate dulce, con sorbos de esperanza.
Al Cielo le pido una brisa azucarada de alimento, para todos los que sufren
haciendo que los que vivimos sin mirar,
abramos nuestros ojos, con dulzura.
Al Cielo le pido una nube de algodón que cubra al pobre caminante,
Al Cielo le pido una nube de algodón que cubra al pobre caminante,
con las caricias del acogimiento.
Al Cielo le pido que reparta coherencia por y para cada uno de los que pisamos esta tierra; hospedaje de un día…
Al Cielo le pido que reparta coherencia por y para cada uno de los que pisamos esta tierra; hospedaje de un día…
Y a ti, personalmente, te ruego que lances en el viento, una rosa amarilla, para que pueda admirarla… aunque sea a través de mi ventana.