-Miedo… ¿en dónde estás?
-En el pensamiento. Vivo desde el ancestro y me trasmito de generación en generación. Llevo viajando siglos y siglos en la imaginación del que vive.
-¿Qué eres?
-Una utopía.
-¿Entonces?
-Me agrada vivir. Atisbar desde la recóndita mente dictando posibilidades, que casi nunca son. Me gusta perturbar, pero no he pedido existir. Vosotros me habéis creado.
Soy vuestra creación y mi objetivo es condicionar.
-Pero ya que no has pedido venir a nosotros ¿por qué te quedas?
-Ya ves...me agrada cortar la libertad del ser humano.
-¡Quiero destruirte! ¡Quiero destruirte! Tú… puedes seguir existiendo en otras mentes, pero hoy… te pido… te ruego que abandones la mía
-Hazlo. Tú puedes. Todos pueden hacerlo. ¿Te das cuenta de que casi nunca caes cuando tienes miedo a caer? ¿Te das cuenta de que, casi nunca ocurre nada cuando tienes miedo a que ocurra?
Existen situaciones reales, que ya no son miedo; son realidades. Ese es otro tema. Ahí no intervengo yo. Yo sólo soy una amenaza de libertad.
Bueno... y no me dirás que no soy también sincero. Estoy hablando en contra mía...
-Y… ¿cómo logro que te vayas?
-Olvídate de mí hasta que me veas de frente. Sólo así, lograrás ser libre. Por cierto; es bastante probable que nunca jamás me encuentres.
-¡Ah!