Se ofrece:
Un sentimiento bello para acunar corazones. Una sonrisa franca. Una caricia regada con paz, concordia y armonía…
Una condición:
Pertenecer al Mundo. Ojos abiertos. Manos extendidas.
Una sola premisa:
Reconocer tu fuerza y tu poder, sólo sabiéndote capaz podrás dar y recibir esa chispa que cambie este Mundo adormecido.
Si volcamos nuestra ayuda al más próximo, si acercamos nuestra mano a la suya, si escuchamos sus palabras de tristeza y las convertimos en esperanza… poco a poco, nuestra cadena, abarcará Continentes.
¿Que por qué escribo hoy esta utopía? ¿Soy una visionaria que juega a cambiar el Mundo, primer síntoma de locura?
Tal vez. Pero me hace feliz creer en las hadas y en los cuentos con final feliz.
Sí... quizás es eso.