Se habla de dejar atrás los apegos que rodean la vida del
ser humano, escucha:
Los apegos a las situaciones, a los bienes, han de tener un
hilo corto y fino, para que no centres la vida en alabanzas conservando todo lo
que piensas necesitas para sobrevivir.
Ahí, jamás has de establecer un puente fuerte, sino esa
varita mágica que te une a los bienes materiales pero, en su magia, pueden
aparecer o desaparecer en un parpadeo.
Como bien sabes sólo lo necesario es suficiente y el apego a
lo material está fundamentado en la banalidad.Ese es el único apego que es necesario despejar para que el
Alma no esté quieta, mientras la Razón se afana en cosechar una ilusoria
perpetuidad conservando y adquiriendo bienes.
El apego del Amor, no es apego. Es sentimiento Sublime.
Y el Amor, los lazos del Amor, cuando son fuertes jamás se
han de tarazar. Jamás han de romperse, sino hacer una gran onda expansiva que
crezca y crezca.
No has de huir jamás al monte, al mar, al río… a la misma
Fuente, dejando atrás vidas que sufran por tu ausencia.
Mejor, si has de visitar el río, lleva a quien amas contigo,
y si has de beber de la Fuente, deja que beban antes que tú, porque ahí, y solo
ahí, podrás comprender que jamás a ti te faltará una gota para calmar tu sed.
No vas a encontrarte contigo mismo, si no es a través del
otro. Porque te encontrarás con tu Esencia cuando medites uno y otro día, pero
la Esencia no está completa si sufre la parte que has dejado atrás.
Camina por la tierra lleno de Amor. Vete despacio,
repartiendo Paz, Serenidad, Esperanza, Vida; pero no digas jamás que estás
dejando estelas de Amor. Sólo deja Amor y la estela hablará por ti.