Me he prometido a mí misma, no juzgar a nadie, porque bastante
tengo con juzgarme, amarme y respetarme a mí misma, que en esas estoy.
Pero, hoy juzgo, porque me revuelve las tripas lo siguiente:
Tengo que mirar a menudo las cuentas del Banco, no vaya a
ser que me cuelen esa comisión, no pactada, como si no fuera la cosa…
silenciosamente y sin hacer ruido.
También es necesario observar si se cuela, algún seguro de
vida o de hogar, supuestamente ya cancelado, pero si cancelar, a ver si nos
entendemos…
He de poner atención
con esos recibos de móvil o fijo, que has dado de baja y que no ha sido
efectiva por causas que se desconocen, aun con los parabienes del otro lado de
la línea… y un largo etc, lamentable y oscuro .
¿Es que esta vorágine de asalto a las economías
particulares, públicas o intermedias, en pequeña o gran escala, no van a
terminar nunca?
¡Ah! Y es que algunas veces se me enturbian los pensamientos
positivos de Paz y Amor, y los trasmuto por rebeldía ente el asedio y el
choriceo en cualquier ámbito de la vida.
Y hoy, he puesto los pies en la Tierra, algo que me agrada
poco, porque esto que veo, no hay Luz que lo ilumine, si tanto ser humano no
intenta mirarse.