La Perla de la Unión. Un Simbolismo Universal.

La Perla de la Unión. Un Simbolismo Universal.
La "PERLA DE LA UNIÓN". Si todos aunáramos Creencia, en un Ser Único, sabiéndonos parte de Él mismo, la vida cambiaría.

miércoles, 23 de julio de 2008

Aborto.

Alguien un día:
"No encuentro solución
me desprendo de ti
Me avalan estadísticas
y me ampara el derecho
Iré a ese lugar
que dejan que te deje
Tu vida...
no va perturbar la mía.
Te sentí muy adentro
tu latido era el mío
más... no puedo aceptarte...
Me avalan estadísticas
y me ampara el derecho.
Y ya
te he dejado
sin que nunca hayas sido"
Pasan unos días
y también unos años
Martillea en la memoria
el recuerdo...
Ese que sin ser
nunca dejó de estar.
¿Por qué no me han hablado...?
¿Por qué nunca me han dicho
que por decir adiós
el recuerdo no muere?
Presagio qué habría sido...
Presiento aniversarios
Te busco muy despacio
imagino ese rostro
tus manos, tus caricias...
Avalan estadísticas
y amparan los derechos...
Y alguien dice lejano
que las letras pequeñas
esas que no se leen
digan alto y muy claro:
"Aunque dejes
nunca dejarás del todo"

P.D.
Una vez más, no tiene nada que ver con mi circunstancia; pero he conocido mujeres que han decidido abortar y después de muchos años, siguen pensando en ese ser que nunca fué.
Imaginan el rostro y piensan en su cumpleaños, en su modo de ser...
Pienso que es necesario encauzar a la juventud sobre los riesgos y que, por supuesto tomen medidas. Pero ¡es tan necesaria la letra pequeña!, esa que dice que aunque pienses que sí, nunca te abandonará el recuerdo de ese alguien, que nunca llegó a ser.

sábado, 12 de julio de 2008

Desde que comencé a escribir

Desde que comencé a escribir en mis blogs, he recibido varios emails, y en muchos de ellos me consuelan por lo narrado, o me dicen que estoy de suerte por mi vida etc... etc...; ya que los lectores a menudo se creen que lo que plasmamos quienes escribimos, son nuestras propias circunstancias.
En mi caso, casi nunca tienen que ver con mis sentimientos reales.
Hace tiempo, cuando participaba en un foro literario, y comenté lo mismo que ahora comento, alguien me ha dicho "no más plastico", escribe tú con tus circunstancias. Pero sigo sin hacerlo.
Me gusta tener los ojos abiertos, y sobre todo imaginar. Por eso un día me elevo por los cielos de un amor presente, y en otros, me sumerjo en las desdichas y los momentos amargos.

miércoles, 2 de julio de 2008

Cáncer

Una mujer, muy cercana a mí, se aferra a un nenúfar en medio del lago, como tabla de salvación.
Y yo, que estoy cobijada, mecida en la penumbra, le lanzo unas palabras a modo de consuelo, intentando contarle la sinfonía que yace dentro de mis sentimientos de permanencia.
Ella asiente y sonríe. Tenuamente y muy bajito me inyecta, con su carita de pena, la esperanza de que todo lo que yo creo, sea así.
Y el lodo, poco a poco va cubriendo las heridas cruzadas que dividen su vientre. Y ella las mira, como si se tratara de un trofeo en la férrea batalla contra el adiós.
Algunas veces la veo emerger y su rostro es el que ha sido; pero otras, miro su mirada perdida en los entresijos de la mente, quizás entablando una conversación con esa Muerte que la acecha agazapada en el lodazal esperando un triunfo abanderando la derrota ajena.
Estoy mecida y acariciada por la ténue brisa que me recoge los pensamientos tristes y balancea mis pesares mientras contemplo la lucha delante de mis ojos.
Y me siento mal, triste y vacía... pero no puedo hacer nada.
Sólo espero, y miro que el hilo invisible de su aliento no se corte.

martes, 1 de julio de 2008

Algo


Por primera vez en mucho tiempo, comencé a escribir y no lo hice. ¿Por qué? Tal vez... me siento muy cansada, o alegre; o muy, muy triste.
¿Soy feliz?, y me repito una y otra vez, que sí lo soy. Tengo vida, amor, cariño en todas partes. Tengo esperanza e ilusión. Estoy en ese momento amable que me brinda la vida, con la balanza equilibrada de las vivencias, y mirando los frutos de mis pasos.
Contemplo bellos paisajes arbóreos desde mi ventana, y las flores brotan con armonía y color. Sé que la felicidad existe, yo lo sé. Y también conozco la agonía de la infelicidad.
Admiro tanta vida, pero mientras la admiro, aparto los caracoles que invaden mis lugares, y cojo el insecticida para acabar con quien me ofende con ese zumbido atronador e insoportable.
Y yo, ante todo esto me pregunto ¿Qué estoy haciendo? Ellos viven en su medio, y la invasora soy yo.
Pero sí... soy feliz, y me repito una y otra vez que sí lo soy. Tengo vida, amor, cariño en todas partes...