Dos ramas
viricuitadas en lo alto más alto
de la arboleda
Trenzadas una
formando tronco de tono transparente.
Y un azabache
surcó el subsuelo
y entonces…
el árbol todo sucumbió al encanto.
Y yace ahora
sin hojas verdes
Pues secas
se han
dormido.
Hasta donde alcanzo a comprender… En nuestro Yo, habita la Permanencia. Se instala la Quietud. Se vive la Libertad. Se encuentra el Conocimiento. Se siente la Verdad. Se absorbe la Sabiduría. Se palpa la Realidad. Y la gran Realidad es que Yo... es Tú. El yo Racional, comete errores. El Yo Espiritual, nos enseña el Camino. El díalogo no se hace esperar mientras la vida transcurre, entre Luces y Sombras.