-Buenos días, le habla Maía Pps ¿En qué puedo ayudarle?
-Buenos días, mire es que acabo de adquirir un ordenador personal, y también me han vendido un aparatito para instalar, porque vivo en el campo, y no tengo buena cobertura.
-Y qué quiere que le haga... si usted no tiene cobertura...
-Ya, pero me han dicho que con el aparatito que me han vendido, la conexión será muy rápida.
-Y ¿No es rápida?
-No tengo ni idea, porque no encuentro el modo de hacerle funcionar, aunque me han afirmado que es para tontos, que es muy... muy fácil su instalación.
Y usted dice que no puede?...¿Qué es un "modem" o un "routter"?
-No tengo ni idea, pero tiene unas letras y unos números .... y .... ¿de qué me está hablando?.
-Ya... ya, y su conexión es ¿yiii, you, yoxxx o plin pum?
-No lo sé, señorita. Sólo quiero poder escribir y estar conectada a internet. Sepa usted que ya soy un poco adicta, y sin él no vivo.
-Pués dígame que conexión tiene.
-Y eso ¿en dónde lo veo?
-Detrás del rimplim pul?
-Y eso en dónde está.
-En el guipoll del wipiling.
-Y eso... ¿Qué es?
-Señora ¿Hay alguien a su lado un poco listo?
-Pero ¿Qué se ha creído?, mi coeficiente intelectual es muy alto. Y si no lo cree, señorita, tengo todos los test, que me avalan. ¡Será posible!, niñata inculta...
-Señora, no dudo de su inteligencia, pero hoy tiene un día bloqueado.
Y entonces, sin mediar palabra, le cualgo el teléfono, y me voy con mi mal humor hacia la copa del árbol mas próximo, que es un hermoso roble.
Y aquí estoy intentando buscar la conexión con el guipoll y el wipiling o cómo se diga. Y mientras, me suena el móvil que llevo en el bolsillo del pantalón. Y una voz me pregunta ¿cómo ha sido la atención recibida?, y entonces le grito que estoy a punto de suicidarme lanzándome al vacío desde las alturas de un árbol.
Y aquí sigo, moviendo el aparatito a diestra y siniestra, haber si pillo la onda.
Hasta donde alcanzo a comprender… En nuestro Yo, habita la Permanencia. Se instala la Quietud. Se vive la Libertad. Se encuentra el Conocimiento. Se siente la Verdad. Se absorbe la Sabiduría. Se palpa la Realidad. Y la gran Realidad es que Yo... es Tú. El yo Racional, comete errores. El Yo Espiritual, nos enseña el Camino. El díalogo no se hace esperar mientras la vida transcurre, entre Luces y Sombras.
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