Ausente
de todos y de ti
buscando mi destino
huyendo poco a poco.
Contemplé
los gozos y las sombras
mirando muy despacio
el antes y el después.
Recogí
sentimientos y sueños
diciendo una plegaria
y un amén.
Hasta donde alcanzo a comprender… En nuestro Yo, habita la Permanencia. Se instala la Quietud. Se vive la Libertad. Se encuentra el Conocimiento. Se siente la Verdad. Se absorbe la Sabiduría. Se palpa la Realidad. Y la gran Realidad es que Yo... es Tú. El yo Racional, comete errores. El Yo Espiritual, nos enseña el Camino. El díalogo no se hace esperar mientras la vida transcurre, entre Luces y Sombras.
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