Sí. He comenzado un nuevo blog “En las nubes, sin pena ni gloria”.
Que...¿Por qué el título?
Ni más ni menos porque en variadas ocasiones y repetidas veces, escuché que estaba en las nubes, y el resto del nombre no voy a explicarlo aún por ser tan evidente.
Mi Alma, me ha dictado durante toda la vida, temas profundos y espirituales, y yo, intenté transmitirlo de modo que no fuera a pensar quien me leía, que estaba alucinada, o cosas por el estilo.
Creo que las lecciones que llevamos en el saco del subconsciente, o Alma, o trascendencia, son comunes a todo el mundo, por lo que pienso que muchas personas sienten lo mismo que yo, pero son mas cautas y precavidas, y se callan la boca.
Cuando era jovencita, nunca comenté lo más mínimo sobre el tema, sólo de vez en cuando decía que escribía poemas –la mayor parte con un contenido muy profundo y espiritual- que me brotaban como por arte de magia.
Con el tiempo, todo se fue agrandando y los contenidos y experiencias pasaron a mayores, pero sin perturbar en absoluto mi vida diaria, y mis “meteduras de pata”, son más o menos, como las de la mayor parte de los mortales.
Por eso, y según fue pasando el tiempo, comencé a contar algo sobre mis percepciones, sentimientos, y deseos de poner un granito de arena para cambiar el mundo, pero tuve que escuchar en el mejor de los casos “Estas en las nubes”, y de tanto oírlo, ya ando por esas.
Y sin “pena ni gloria”, porque lo que digo, hago o escribo, “ni fu ni fa”.
Al no tener pensamientos dogmáticos, los dogmáticos me ven una atea, sin remedio. Y al hablar de trascendencia, Alma o Dios, quien no cree en el más allá, me mira con escepticismo y me colocan como mea pilas y sectaria, además de pensar unos y otros que “estoy en las nubes”
Por eso ando por ahí, vagando aquí y allá, cómoda y confortable, admirando desde la distancia este planeta giratorio, hasta que la basura cósmica me de un trallazo, y me devuelva otra vez...
Que...¿Por qué el título?
Ni más ni menos porque en variadas ocasiones y repetidas veces, escuché que estaba en las nubes, y el resto del nombre no voy a explicarlo aún por ser tan evidente.
Mi Alma, me ha dictado durante toda la vida, temas profundos y espirituales, y yo, intenté transmitirlo de modo que no fuera a pensar quien me leía, que estaba alucinada, o cosas por el estilo.
Creo que las lecciones que llevamos en el saco del subconsciente, o Alma, o trascendencia, son comunes a todo el mundo, por lo que pienso que muchas personas sienten lo mismo que yo, pero son mas cautas y precavidas, y se callan la boca.
Cuando era jovencita, nunca comenté lo más mínimo sobre el tema, sólo de vez en cuando decía que escribía poemas –la mayor parte con un contenido muy profundo y espiritual- que me brotaban como por arte de magia.
Con el tiempo, todo se fue agrandando y los contenidos y experiencias pasaron a mayores, pero sin perturbar en absoluto mi vida diaria, y mis “meteduras de pata”, son más o menos, como las de la mayor parte de los mortales.
Por eso, y según fue pasando el tiempo, comencé a contar algo sobre mis percepciones, sentimientos, y deseos de poner un granito de arena para cambiar el mundo, pero tuve que escuchar en el mejor de los casos “Estas en las nubes”, y de tanto oírlo, ya ando por esas.
Y sin “pena ni gloria”, porque lo que digo, hago o escribo, “ni fu ni fa”.
Al no tener pensamientos dogmáticos, los dogmáticos me ven una atea, sin remedio. Y al hablar de trascendencia, Alma o Dios, quien no cree en el más allá, me mira con escepticismo y me colocan como mea pilas y sectaria, además de pensar unos y otros que “estoy en las nubes”
Por eso ando por ahí, vagando aquí y allá, cómoda y confortable, admirando desde la distancia este planeta giratorio, hasta que la basura cósmica me de un trallazo, y me devuelva otra vez...
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