La Muerte, nuestra Realidad conocida.
La única verdad palpable de la que tenemos certeza, y a la que deseamos obviar desde el mismo momento en que comenzamos el camino de nuestra vida, que no es otro que comenzar el camino hacia nuestro adiós.
La Muerte se trata de ocultar, de ignorar, y nos pensamos Accionistas eternos de la tierra, haciendo tantas cosas y acumulando tanto… creyendo que todo va a permanecer, y nosotros, desde luego, también, en el terruño que venimos a ocupar.
Realmente somos “okupas” de este lugar en donde vamos a cosechar experiencias.
Nacemos un día, no importa donde, -bueno sí importa, pero esto es otra cosa-.
Creo que venimos con un libro de instrucciones, y que en muchas ocasiones, nos olvidamos de leerlo; ves unos carriles, y tienes pila para caminar.
Hay pilas que duran más y otras menos. Unas son más bonitas, por el colorido, y otras casi pasan desapercibidas por quien las usa.
Casi siempre nos olvidamos de leer el libro de instrucciones y nosotros comenzamos a labrar esto por aquí… eso por allá.
Hacemos la zancadilla a aquél que avistamos de lejos, y corremos a su alcance, cambiando de vía, y derribándolo, no sea que nos adelante.
Pero, no contentos con eso, también en el lote y después de haberle hecho añicos, queremos quedarnos con el carril por el que transitaba.
Y avanzamos, sin darnos apenas cuenta de lo que estamos haciendo, y por supuesto en ningún momento reparamos en mirarnos para intentar recoger a quien ha quedado por el camino.
Y el libro de instrucciones ya quedó en el olvido, y como sustituto, vamos imaginando el libro de la puñetería, de los acosos, de las zancadillas, de los triunfos… creyendo que nuestra vida en la tierra va a ser infinita.
Hay muchas vías, y el que se queda atrás porque el otro le ha derribado, se pudre en la ladera, en donde nadie va a reparar en él, ya que estamos mucho más entretenidos mirando ese futuro, que realmente va a ser nuestra trampa.
Un día, llegamos a la última estación y nos encontramos con el final del viaje. Lamentos y más lamentos… Pero ¿y esto? piensan y pensamos. ¿Qué ha ocurrido?
Entonces llegamos a donde teníamos que tener en cuenta, íbamos a llegar y Alguien nos recibe.
-¿Has leído el libro de instrucciones?
-¿Qué libro?
-Aquél que yo te regalé para que supieras caminar por la vida.
-¡Ah! No. ¿De que libro me hablas?
-Del que llevabas impreso en el corazón.
-No. Yo sólo atendía al jefe de las vías que me decía por donde tenía que ir.
-¿A cuántos has derribado mientras caminabas?
-A nadie, Jefe. A nadie.
-Yo te he visto dejar tirada a mucha gente, y abusar de tantos y tantos, y comenzar las luchas por llegar el primero, y has hecho que otros muchos se doblegaran ante ti. Yo te he visto que has arrollado en tu carrera y no miraste siquiera los despojos que has dejado.
-Es que yo creía que tenía que ser así.
-Eso es porque no has mirado las lecciones… Tal vez… tendrás que repetir curso.
si al menos supiéramos que es posible repetir curso, pero no creo que haya repetición alguna en la vida. MUy buen texto!!!Un abrazo.
ResponderEliminarBuena reflexión Celia,
ResponderEliminarSi supieramos ver ese libro del que hablas seguramente no nos daríamos tantos "batacazos".
Lo que pasa que el libre albedrío siempre anda por ahí fastidiando a veces o enseñándonos en otras.
Mientras tanto deberemos repetir curso hasta que aprovemos...
Un abrazo
La vida es el mejor regalo que nos han podido hacer..y la asignatura más difícil ,la vida misma.
ResponderEliminarPor mi parte decirte que he intentado marcharme antes de tiempo tres veces por esas zancadillas que te ponen y aunque te levantes te las siguen poniendo..pero afortunadamente creo que he recuperado mi camino y el libro que perdí.
Hermosa entrada Celia y millones de Gracias por tus palabras de ayer.
Besos.
Sherezade.
Genial Celia... verdaderamente genial... "el libro de instrucciones que llevamos impreso en el corazón"
ResponderEliminarTal vez tengamos que repetir curso...pero quizá para ganarnos ese privilegio, el de la "enésima oportunidad", debamos haber aprendido la lección de que "algo hicimos mal"... de lo contrario... ¿Para que dar una nueva oportunidad?.
Un abrazo y enhorabuena por la forma de "pintar el viaje".
¡Excelente Celia!, has tocado, en mi humilde opinión, lo que creo más importante de la vida. ¡Saber a donde vamos? Sí es importante preguntarnos de donde venimos, más todavía es que va a pasar. Porque de la respuesta a esas preguntas orientaremos nuestra vida hacia el lugar verdadero.
ResponderEliminarLa muerte es lo único cierto que podemos afirmar en este momento. No sabemos cuando, pero sabemos que ocurrirá. Y creo que es lo único importante que debemos preparar, sin embargo, el mundo le tiene miedo y de lo único que no habla es de que hay detrás de ella. Sólo se prepara para morir, podríamos decir, sin miedo y rápido, para sufrir lo menos posible.
Sor Emmanuella, monja francesa, llegó a decir antes de morir, sin saber que iba a morir meses después, que la muerte es el momento más bonito de nuestra vida, porque ahí empezaba la plenitud eterna de la verdadera vida.
Me parece muy bueno lo que has dicho de lo que llevamos dentro, ese libro de intruscciones que se nos ha dado, la Ley Natural. Hace un momento lo acabo de comentar en la reflexión de Ave. Evidentemente, nacemos con el sello de la Ley Natural dentro de nosotros, prueba de que somos creados por DIOS, que nos infunde esas intrucciones a las que tu aludes. Muy de acuerdo con todo lo que dices y comentas.
Muchas gracias por estos pensamientos que hacen mucho bien y un abrazo.
La penita pena es que aquí no repite nadie. Pasamos de puntillas el hoy esperando el mañana y nos perdemos la "letra pequeña", que al final, es la que nos hace más felices.
ResponderEliminarUn texto muy bueno: has expresado lo que todos hemos sentido alguna vez.
Un beso.
Soledad.
Moderato. Yo confío en que nada termina. Me lo dice el corazón. Si tengo que repetir, lo "haré" y espero "hacerlo" mejor de lo que lo estoy "haciendo"
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Paco. Creo que tenemos más conocimiento del que imaginamos. Pero la vida opaca muchas lecciones.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Sherezade.
ResponderEliminarNo corras. No tengas prisa por marcharte. Te llegará el momento. Vive y disfruta esta vida, con sus luces y sus sombras. Y ya sabes... imagina el campo verde, plano; el cielo azul y tu te sientes feliz con todo ello y quieres vivir.
Ave. Eso de genial me resuena en el cerebro como música celestial.
ResponderEliminarMi Ego baila de alegria y mi Yo, dice que muchas gracias, pero que no merezco tanto.
Y yo aquí estoy, como siempre, entre uno y otro.
Sí, creo que sabemos mucho, mucho; pero se nos olvida que lo sabemos.
Un abrazo
Salvador.
ResponderEliminarTu nombre significa para mí muchísimo. He nacido en un pueblo que se llama San Salvador del Valledor. Y muchas situaciones de mi vida, se mezclan con ese nombre.
En mis escritos, casi nunca menciono a Dios, porque me he "¿arrepentido?" de escribir mi primer libro abanderado por su nombre.
Y entonces le llamo Esencia, Luz, Todo, que parece más cercano.
He tenido las más bellas sensaciones que jamás se pueden imaginar, en su nombre. Y creo que gracias a Él, y a la experiencia, he dado pasos de gigante en mi evolución.
Pienso que aunque no diga su nombre, ÉL me perdona, y no le importa. Ya me lo contará "in situ"
Creo que todos llevamos la chispa divina, y que somos inmortales, y que la muerte es un paso. Es dejar atrás la envoltura que nos ata.
Gracias Salvador por dejar tus preciosas palabras.
Soledad. A lo largo de mi vida me he dado cuenta de que la Felicidad no me la han dado las cosas materiales. Porque una pido otra y otra. Y es una cadena interminable de deseos incumplidos.
ResponderEliminarLas pequeñas cosas, o letra pequeña, es la que nos llena el Alma, que es en donde se anida el Gran sentimiento.
Un abrazo
La Muerte es nuestra madre adoptiva, ella acoge al alma hasta su proxima encarnaciòn.
ResponderEliminarTememos a la Muerte cuando deberiamos aceptar que ella es nuestra compañera de viaje.
Besos
CELIA ayer escribí una poesía que se me borró en la cúpula verde que trata de esto, una persona joven que se marchó sin previo aviso y hoy este texto tan profundo, la esencia de la que hablas yo la estoy sintiendo cada día más viva en mi.Estoy totalmente de acuerdo que lo material no da la felicidad.
ResponderEliminarY me encantaría crear ese mundo en el que todos somos iguales, sin envidias y sin zancadillas.
Pero es dificil entender a quien hace daño a otro ser: que siente y sufre igual que nosotros.
Yo me siento una con el mundo.
Y en el camino estoy, en el del amor, el otro no me interesa.
besin de Carrachina.
Excelente historia, me ha dejado pensando...
ResponderEliminarhttp://sietesirenasvasaquererpecar.blogspot.com/
Como tú Celia, yo quiero creer que volveré, que volveremos todos, y a veces hago planes para cuando "repita". ¿ Me engaño a mí misma?-Al menos en vez de fruncir el ceño... sonrío.
ResponderEliminarBesos
Hola Celia,
ResponderEliminarprimero queria darte las gracias por el comentario de aquel dia.
A muchos nos gustaria tener la capacidad de leer ese libro, sin tener la vista nublada ni nada alrededor que consiga distraernos y confundirnos. La mala noticia es que la vida no espera a que consigamos darnos cuenta de lo que tenemos, y muchas veces, cuando lo hacemos ya es demasiado tarde. Ojala se pudiera repetir la vida como si fuera una asignatura y asi aprender de nuestros anteriores errores ;)
Un abrazo, y muchisimas gracias!
Hola MarianGardi.
ResponderEliminarSí, es nuestra compañera, y puede estar a nuestro lado, calladita. Siempre esperando.
Un abrazo
Hola Carrachina.
ResponderEliminarLa Esencia, es la Esencia, común a todos. Por eso a menudo lo que escuchamos lo reconocemos como propio, porque es la misma lección del mismo libro de instrucciones, que conocemos, aunque no seramos conscientes de conocerlo.
Un abrazo
Hola Mariana.
ResponderEliminarBienvenida a mi blog. Espero visitarte.
Hola Amig@.
ResponderEliminarYo también creo que nuestra inmortalidad nos hace regresar una y otra vez, para evolucionas y cosechar experiencias.
Un abrazo
Hola Zauber.
ResponderEliminarPienso que el libro hay que sentirlo, y leerlo.Tal vez lo pasemos por alto, pero algo, siempre recordamos; aunque después nos cueste llevar a cabo sus lecciones.
Somos así, y es la vida.
Un abrazo
Tocaya, ¿sabias que Celia quiere decir bajada del cielo? por lo tanto esta ligado a lo de Salvador
ResponderEliminarMe tienes sorprendida, te pareces tanto a mí en los conceptos, que pareciera soy yo quien los dice.
La vida es eterna como tu dices, sin comienzo y sin fin, pues la vida se inicio con el creador mismo y se hizo presento como la conocemos a través del proceso de evolución.
Si, que repetimos la lección, y si hoy Oprimimos un pueblo quizá luego se nazca en ese pueblo, para que aprenda a respetarlo y defenderlo. Esa es parte de la toma de conciencia.
Disculpa mi perorata, pero me emociono encontrar a alguien con mi nombre y que piensa similar a mí
Saludos
Buenas Celia, vine a saludarte al verte seguir mi blog y me he encontrado con nuevas buenas letras y reflexiones.
ResponderEliminarUno de los libros, novela de Paul Bowles que me impresionó por su trato ante la muerte y la distancia que ocupa ante los vivos, ha sido El Cielo Protector.
Lo lei hace años, como siempre, lo vi irse , (como tantos otros libros que pierdo en mi biblioteca y en mi memória)pero que he recordado al leer tu texto.
Un dia de estos, practico su reelectura. Si hay tiempo!!!
Un abrazo!
Te sigo ;)
Mon
¡Hola Celia!.
ResponderEliminarSí. Ya sabía que Celia significa eso. A mí me encanta el nombre, y curiosamente, es de siempre, y hay muy pocas Celias.
Yo nací en San Salvador, y en mi vida el encuentro con ese nombre ha sido bastante significativo.
Creo justamente lo mismo que tú. Volvemos y lo que hemos hecho, lo vamos a recibir. Pienso que es la única forma de hacer justicia, y de aprender.
Aunque también habrá otros que sufren por otros motivos ¡quién sabe!. Una cosa es intuír o conocer así un poco por alto y otras saber cómo se desenvuelve todo.
Entraré en tu blog.
Mi creencia de perpetuidad de Alma es fuerte. Y también de que las Energías de su igual se aglutinan, allá, en donde todo es Energía. Por eso es tan importante la vibración positiva y el Amor.
Me alegra mucho haberte encontrado.
¿Por qué dices que Salvador está unido a Celia?
Hola difistinto.
ResponderEliminarMe alegro que hayas venido a visitarme.
Estaremos en contacto. Es bueno ampliar nuestros horizontes.
Celia, salvador esta unido a Celia, porque Celia significa bajada del cielo y Salvador tiene que ver con salvar a los de la tierra para entender el cielo.
ResponderEliminarY cosa extraña, Tú naciste en San Salvador (que salva) y en lo personal el amor de mi vida por más de la mitad de ésta, así se llama ¿coincidencia? La casualidad no existe, sino la causalidad. Tú lo sabes o lo intuyes
Un abrazo amiga y gracias por serlo
Celia
Celia, sé que no existe la casualidad. Sí, la causalidad. Lo he escrito varias veces, en mis libros. Todo es por algo.
ResponderEliminarTengo la piel de gallina. Me emociona haberte encontrado. Veo que eres de Méjico. Yo soy Española (de Asturias)
Un abrazo
Muy interesante Celia, ese libro es maravilloso, pero a veces nos hace tanto daño saberlo que quisiéramos arrancar sus hojas e incluso borrarlas.
ResponderEliminarun placer tus letras.
un abrazo.
Angelus. Nada de arrancar. ¿Desde cuándo tú no eres un buen lector?
ResponderEliminarUn abrazo