Soy un árbol con firmes raíces; con ayer flores y hoy frutos. Un árbol frondoso que mira desde su altura, tantos arbustos… y tanta espina que cubre el bosque en el que estoy...
Mis ramas son verdes y ovaladas y el fruto de mi fruto, volverá a ser fruto… pero me siento triste porque mi condena me ata a la tierra, y no puedo elegir un lugar menos sombrío.
Deseo ser un ave, que vuela libre. Incluso un ratón que vive de acá para allá, sin pararse nunca.
Y, me adormezco batiendo mis ramas y aplaudiendo con el sonido de las hojas, un día y otro.
Quisiera retozar y dar volteretas en un campo verde, en donde los niños pudieran subirse a mi lomo de madera, y jugar a rodar, unidos por la tierra.
¿De qué me vale ser hermoso? ¿De que me vale cobijar cuando caen gotas, si estoy triste desde el alba hasta la noche?
Quiero lanzar los zapatos retorcidos que me anclan al suelo, hacía los destinos del lugar que me formó en la quietud.
Deseo explorar otros lugares, aún renunciando a mis hojas verdes, y a la frondosidad de mi ramaje.
Tristeza, vete de mi lado y déjame vivir.
Relato publicado en este blog el 11 de Marzo de 2008.
Fuera tristezas!
ResponderEliminarEse arbol es una maravilla!
y da unos frutos preciosos y unas florecillas blancas divinas.
Y sus raices se alimentan del calor de la Tierra.
La tristeza es el sudor del esfuerzo vivido, hay que reciclarla y volar hacia paises que nos esperan en el devenir.
Te abrazo fuerte y te contagio un pokino de mi alegria.
Celia ahora leo que la tristeza fue en Marzo pasado.
ResponderEliminarNo sabes cuanto me alegro jejeje
Besos
Huy, vaya, Celia, parece que los zapatos se han puesto de moda. Tú lo has dicho muy bien: "tristeza, vete de mi lado..." Y yo añado:
ResponderEliminar"Queridos Reyes Magos: quisiera unos zapatos que se amolden a mis pies,que sean blanditos, que no me hagan rozaduras y que me lleven por todos los caminos que me quedan por explorar. Ah, y que tengan hebillita dorada, para que reflejen bien el sol. Que me calienten los dedos en invierno y transpiren bien en el verano. Además, que tengan muelle para hacerme saltar alto... Y, si puede ser, los quiero mágicos: es decir,que me sorprendan y me hagan reír.
Y otros para mi amiga Celia (igualitos a los míos; pero no los mismos. jajjajajaj (por si las moscas... jajjajaj).
Me viene como anillo al dedo esa frase.
ResponderEliminarFuera la tristeza, que la alegria nos colme de felicidad...
Un abrazo
La tristeza se nos engancha y es como la niebla, lo cubre todo, destiñe los colores de la vida. No te dejes enredar por ella. Un abrazo.
ResponderEliminarCelia, siento un algo especial por los árboles y, nunca los imaginaría tristes...
ResponderEliminarTen hoy y siempre presentes tus palabras de ayer...
Tristeza, vete de mi lado y dejame vivir.
Besos
Como siempre muy bueno...fuera tristeza ,melancolía y amargura.Te deseo alegría,felicidad y amistad.
ResponderEliminarBesos.Tienes un regalo compartido en mi entrada un regalo para vosotros.
besos.
Espero y deseo que ese árbol haya podido prestar sus hojas al viento y volar muy lejos de su tristeza. Y que cuando llegue esta nueva primavera vuelva a florecer radiante de alegría. Ojalá. La tristeza se va cuando no le hacemos caso y nos olvidamos de ella.
ResponderEliminarBikiños y un guiño de complicidad con ese árbol profundo e intenso. Háblale de mi parte, Celia, cuéntale la inmensa fuerza que puede llegar a tener una sonrisa.
La tristeza está en el sin sentido, acecha a las puertas de la soledad y se apoya en el desamor.Para irradicarla se necesita encontrar sus causas y descubrir que aceptándola y asumiéndola podemos encontrar la salida a la paz y la alegría. Donde hay sentido no hay tristeza, sino superación y lucha.
ResponderEliminarHola queridos amigos. Estuve y aún estoy, tan ocupada estos días, que no he tenido tiempo para entrar en blogs, ni escribir.
ResponderEliminar¡Ah! Los reyes han dejado debajo del triste árbol, de mi relato, muchas gotas de alegría y optimismo. Creo que su tristeza ya se esfumó.
Un abrazo grande para todos.
Celia, estuve recorriendo tu blog... es como una ventana abierta de la cual brotan puros sentimientos, muchos de los cuales hago míos.
ResponderEliminarTe visitaré más a menudo, es un lugar donde me he sentido muy a gusto.
Un abrazo!
A veces cualquiera de los sentimientos que los humanos somos capaces de experimentar, se manifiestan con tanta intensidad que parecer eternos, inamovibles, petreos... De entre ellos la tristeza es sin duda uno de los más "potentes"...
ResponderEliminarSin embargo, hasta la tristeza suena bella cuando recorre como una brisa gélida, las hojas de ese árbol que tan formidablemente has descrito...
En cualquier caso... como sabes muy bien... no hay nada eterno... no hay nada estático... el universo en si mismo genera entropía... y ese es nuestro seguro de vida.
Un abrazo.
Hola @Patrulich. Te agradezco que visitaras mi blog. Haré lo propio con el tuyo.
ResponderEliminarEs curioso como en este mundo virtual, es posible conectar cn el mundo entero... y yo me alegro de ello.
Ave.
Veo que también has estado un tanto alejado de nuestra ventana.
Yo espero volver a la vida cotidiana, después de una Navidad llena de familia, comidas, reuniones, alegría, y también mucho trabajo...
Un abrazo grande.