Soplaron los Alcones con sus alas, disipando la niebla. La montaña lejana vino a mí, inundándome con el bosque de sus caminos.
Abriendo paso entre la maraña incontrolada, encontré dos senderos arbolados; en uno, una estrella . En otro, un suspiro delante de mis ojos.
Imaginé los cielos de colores y perseguí la luz entre la arbórea espesura. A tientas recibí los colmillos afilados del dolor y los ojos tristes de la noche, me invitaron a seguir su rumbo.
Observé de nuevo la estrella parpadeante que seguía mi curso, quedamente... y yo quise cogerla, pero la tierra oscura, absorbía la ilusión con el costado negro de la piedra. Una piedra que engrosó las pertenencias de mi mochila y a la vez, también se introdujo de pronto, una chispa de aquella estrella que yo vi.
Seguí los pasos, jadeando algunas veces, y en el llano, carreras a zancadas queriendo absorber tiempo en la gincana de la vida.
Me pesa lo que porto en mis espaldas, y algunas veces me detengo entre el musgo, que hace tambalear mi pobre cuerpo tiritado. Y observo pertenencias abriendo muy despacio regalos de la vida.
Me aturrulla la noche cortesana que me invita a bailar con los ojos cerrados, los vals entusiasmados de la penumbra triste.
No quiero parpadear y me levanto queriendo perseguir, aquél trozo de estrella que se fue de mi mano y observa mi camino.
Abriendo paso entre la maraña incontrolada, encontré dos senderos arbolados; en uno, una estrella . En otro, un suspiro delante de mis ojos.
Imaginé los cielos de colores y perseguí la luz entre la arbórea espesura. A tientas recibí los colmillos afilados del dolor y los ojos tristes de la noche, me invitaron a seguir su rumbo.
Observé de nuevo la estrella parpadeante que seguía mi curso, quedamente... y yo quise cogerla, pero la tierra oscura, absorbía la ilusión con el costado negro de la piedra. Una piedra que engrosó las pertenencias de mi mochila y a la vez, también se introdujo de pronto, una chispa de aquella estrella que yo vi.
Seguí los pasos, jadeando algunas veces, y en el llano, carreras a zancadas queriendo absorber tiempo en la gincana de la vida.
Me pesa lo que porto en mis espaldas, y algunas veces me detengo entre el musgo, que hace tambalear mi pobre cuerpo tiritado. Y observo pertenencias abriendo muy despacio regalos de la vida.
Me aturrulla la noche cortesana que me invita a bailar con los ojos cerrados, los vals entusiasmados de la penumbra triste.
No quiero parpadear y me levanto queriendo perseguir, aquél trozo de estrella que se fue de mi mano y observa mi camino.
Y corriendo en el día y soñando en la noche avanzo hasta la cumbre de la montaña nueva.
Y miro ansiosa de nuevo el horizonte...
Y observo un macizo rocoso que me invita de nuevo a descubrirlo.
Que bien describes la vida, esa estrella tan cercana, que parece poder cogerse con la mano, esa roca negra y dura que nos cae cuando menos lo esperamos.
ResponderEliminarPero al final siempre miramos nuevamente al horizonte, para fijar nuestros ojos en el infinito.
Besos de carrachina.
Me tienes alucinada,lo tengo que releer para disfrutarlo mejor.
ResponderEliminarQue pases un buen dia.
Conchi.
Cuantos caminos,
ResponderEliminarcuantas decisiones,
aciertos, errores, dudas...
y la meta...
Tanto andar,
tanto tiempo,
tanto sudor...
Y la meta...
Eso es nuestra vida.
Besos
¡¡¡Qué belleza!!! Gracias por este regalo para el alma.
ResponderEliminarDejá el peso de tu mochila y corré libre por los senderos de la vida...
Besos mil.
A todos nos pesa lo que llevamos a nuestras espaldas,
ResponderEliminary a veces, hay que pararse a descansar.
Pero sólo un momento, porque enseguida hay que echar a andar de nuevo,
y sortear la siguiente montaña que aparece delante de nosotros.
Jo, me ha encantado.
Un beso, Celia.
CVELIA,CADA DIA ME IMPRESIONAS MAS CON TUS HISTORIAS..REALMENTE MAGICAS TODAS ELLAS.ES ASOMBROSA LA MANERA QUE TIENES PARA DESCRIBIR LAS COSAS.
ResponderEliminarBELLISIMO.
UN BESO,CELIA.
Mº JOSE
Ddelicioso escrito que rezuma sensibilidad.
ResponderEliminarUn abrazo
No veo el comentario, he dicho que es precioso y que rezuma sensibilidad:
ResponderEliminarSi está doble lo borras
Un fuerte abazo
Bellas descripciones, de no menos hermosos parajes.
ResponderEliminarHacen más fuerte mi deseo de pasear por ellos.
Un beso "en camino..."
hola celia ;primero decirte que soy una enamorada de asturias ,a la que me escapo en cuanto puedo desde hace muchos años,la vida es muy parecida a la escalada de un monte , llena la mochila el peso a veces no nos deja subir mas , y debemos parar ..para tomando aire decidir si rodeamos el problema , o lo encaramos aunque las circunstancias nos hagan caer una y otra vez hasta alcanzar la meta ,que se supone que es coronar la cumbre y sentarse a ver el paisaje ...perdona si me extendi ,pero me gusto tanto que no podia resumirlo mas .desde mis 21 gramos un abrazo con aromas primaverales.
ResponderEliminarQUERIDA CELIA:
ResponderEliminarBellas imágenes de tu tierra, tan cercana a la mía y tan linda.
Y preciosas palabras para describir esas montañas y esos sentimientos.
El nuevo horizonte... ojalá se halle siempre lleno de maravillosos momentos.
Un beso muy fuerte,
Ángeles
Hola Carrachina. La vida es un caminar hacia adelante. Ni más ni menos. La mochila pesa.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Conchi. Gracias por estar siempre por aquí.
Un beso
Amiga: Algunas veces acertamos y otras no. Es la vida.
Liliana. Gracias. Tú si escribes bellezas.
Lourdes. El amor es ligero como una pluma. Tendríamos que tenerlo siempre presente.
Un abrazo
María José. Muchas gracias guapa.
Un beso
Marian. Gracias por tu comentario. La sensibilidad es necesaria siempre. Tú de eso sabes mucho.
Un beso
Paco. Un beso en camino.
21 Gramos. Asturias te espera.
Un abrazo
Angeles. Gracias por tu comentario.
Un beso
Bonito Celia. Que descripción tan similar a lo que puede ser la vida misma. Un abrazo fuerte
ResponderEliminarBuenos dias Celia. No me he equivocado al entrar en tu blog con mi café mañanero. Es una bonita forma de comenzar la semana, leyéndote.
ResponderEliminarLa descripción que haces del camino de la vida es preciosa. Lo que más me ha gustado es que esa estrella nunca se pierde de vista. Si no hay ilusión, la vida vale bien poco vivirla.
Voy a leerlo de nuevo. Varias veces.
Un fuerte abrazo.
Maat
Muy lograda descripción literaria querida Celia. Puede ser un perfecto inicio de alguna novela y la foto, no me lo digas, las hecho tú a que sí?
ResponderEliminarFelicidades y buen inicio de semana.
Besos!!!
Celia, qué potente comienzo¡¡¡, parece un poema épico, "soplaron los alcones con sus alas disipando la niebla", es homérico.
ResponderEliminarCarolina. Voy caminando por la vida con trocitos de historias en mi mochila... algunas veces tengo que soltar lastre. Es que si no es así me hundo.
ResponderEliminarUn beso
Maat. Muchas gracias guapa. Me alegro que te gustara el café y la lectura. La verdad es que disfrutamos mucho con los blogs.
Un beso
Angelus. ¡No me hables de novelas por que tengo stock!. Sí, la foto es mía. Es que me encanta hacer fotos.
Un abrazo amigo
Luz, ¡muchas gracias por eso de Homérico!. Creo que no merezco tanto.
Tengo varios escritos sobre el camino de la vida. La mochila llega a tener bastante peso.
Un abrazo
La vida no siempre nos ofrece el camino más fácil. Podemos detenernos y reponer fuerzas, pero no se nos esta permitido acomodarnos en cualquier recodo. Se nos esta permitido extraviarnos, pero nuestra obligación, es volver a reencontrar, volver a reencontrarnos... Es bueno, confiar en las estrellas, ellas aportan luz a la oscuridad de nuestras noches.
ResponderEliminarUna preciosa descripción a nuestros pasos por la vida.
Un abrazo, amiguina.
Hermoso hasta la médula...
ResponderEliminarLa vida es un constante vagar persiguiendo estrellas y su luz. Escaladas escarpadas para llegar a la cumbre,que parece remota y sin embargo se sabe...
Entre el sueño y la realidad, las vivencias y los sentimientos que de ellas brotan...
Me ha encantado tu escrito.
He de bajarme tu libro para leermelo en casa, pero siempre ando corta de tiempo...sin embargo,lo haré.
Besos.
Me ha encantado tu escrito Celia. La vida es un sentir, un incorporar cosas, experiencias y en algún punto del camino a veces tenemos que deshacernos de ellas para hacernoslo más llevadero.
ResponderEliminarHay que mirar hacia adelante, avanzar e incorporar aquellos aprendizajes inertes en la misma vida.
Un beso cercano.