La "Coluzna" de opinión . Otra forma de ver la noticia.

En mi ojeo a vista de pájara por vivencias ajenas, me encuentro con políticos mil, que se tiran los trastos los unos contra los otros, mientras dichos enseres hacen caída libre sobre los pobres ciudadanos que en vez de maná encuentran palabras deshojadas e improperios varios, con los que se intentan cubrir sus desdichas y esperanzas.
Cierro el periódico y me pongo a pensar en algo:
¿Qué pasaría si los que rigen los destinos de la manada tuvieran que estar en el anonimato, sentados en una silla con una pata bailona, sin lucir gomina ni trajes caros, viajando en la cola del avión o en autobús urbano apretujados por el gentío y cobrando perra gorda como gran parte de los humanos? ¿Habría tantos candidatos?
Y en esto me da un ataque de risa, imaginando a unos y a otros de esa guisa.
Pero ya, cuando me centro en la realidad, casi me caen los lagrimotes de emoción, encima del periódico, al pensar:
¿Y si me nombraran ahora mismito Presidenta del Gobierno?
Entonces sin casi tener tiempo de digerir tal noticia, me pongo de pie, atuso la melena, cojo una tarjeta de crédito que llegó a mí, no sé cómo, y cuando despierto estoy justo en la puerta de Dolce & Gabbana, presa de los nervios, ordenando con voz imperiosa, que me presenten la nueva colección...
Y es que es tan fácil juzgar al otro, que casi me arrepiento.