Solía mirar desde la ventana de mi habitación, esperando que pasara aquella mujer casi diminuta, que arrullaba con su paso, lleno de ternura.
Yo le decía “buenas noches”, mientras ella llevaba cogido de su pecho, un pequeño fardo, en donde se vislumbraba una carita morena.
Y ella me decía “buenas noches, nena”, y yo, quería que aquel bracito corto, que era mío, pudiera alargarse mucho… mucho, hasta alcanzar a aquella pobre mujer, de rostro triste. Y acariciar su cara.
Pero mi intento fallido, terminaba siempre en un intento. Nada más.
-¿Quién es esa mujer que pasa por nuestro camino?
-Una emigrante, hija. Una emigrante.
-Y ¿Qué es ser una emigrante?
-Emigrantes son personas que vienen de otros lugares en busca de mejor modo de vida.
-¡Ah! ¿Y ya ha encontrado eso que busca?
-Es difícil, hija. Tal vez lo consiga o tal vez no. El tiempo lo dirá.
Pasaron los años, y no olvidé nunca aquella escena de antaño en dónde yo sufría por las carencias ajenas.
Pero el tiempo avanza y nuestro corazón endurece, tal vez como medio de defensa para no sufrir. O quizás esté escrito en los genes de los que vivimos que la dureza se vaya apropiando de los sentimientos, y ya, las lágrimas dejen de brotar ante las terribles tragedias que cubren las vivencias.
Sólo sé que mi deseo de poseer un largo brazo, se vio cumplido con el paso de los años.
Pero… ¿Qué ha pasado? Ya no encuentro a ninguna pobre mujer que pulule en las mismas circunstancias de ayer…O… ¿Será que no la veo?
Sí. Tal vez sea un medio de defensa para no sufrir.
Pasó, amiga, que creciste también en el espacio de la razón. Que nos hicimos adultos y cambiaron los intereses, que tuvimos menos tiempo... o así lo quisimos entender o bien nos vino el argumento para creernos la disculpa, o nos hicimos de piedra. Todo depende del modo de ayudar que elijamos, del tipo de emigrante, sí, hay que decirlo, del tipo de emigrante porque todos no vienen o van a lo mismo.
ResponderEliminarUn abrazo y café de media mañana.
Yo sí las veo...hoy he visto una con el fardito oculto sobre su vientre, la carita redonda y negra con gorrito, aquí hace frío, los ojos oscuros, intensos, los del bebé y los de la madre.
ResponderEliminarRepito, soy emigrante en país extranjero, mis razones, no había trabajo en mi tierra, fue en otra crísis la de los setenta ¿nos olvidamos? Mis bisabuelos emigraron, aquí somos mayoría los emigrantes,todos, o nos hubieran echado, venimos a lo mismo, eso llamado comerrrrrrr, et, et.
Cada emigrante es un caso, es una persona con su historia, eso de EMIGRANTES y EXTRANJEROS cual masa informe, lo sé, es lo más fácil para entendernos hablando, pero...Acabo de leer una novela de Henning Mankell, no policíaca, para nada, habla de emigrantes y extranjeros en Suecia, el título TEA-BAG, muy recomendable.
Besitos añorados, Celia amiga.
Celia, no es que no los veas, es que la tipología ha cambiado con el tiempo. La inmigración actual es distinta auque las razones para emigrar sean las mismas que te explicaban de pequeña.
ResponderEliminarTu entrada apunta una idea interesante.. ¿se nos ha endurecido el corazon? y si es así... ¿porqué ha ocurrido?
Un beso
Seguro que los hay. están allí/aquí esperando que alguien les tienda una mano.
ResponderEliminarQuizás, desde la inocencia de niños, veíamos las cosas con más claridad.
un abrazo
quizás sí un medio de defensa, pero no por eso pensar que un mecanismo de defensa es una cosa horrible... el tiempo pasa y nos dice muchas cosas... me encantó también tu anterior jueves, no lo había leido por cuestión de tiempo! ahora sí, estoy al día! jeje.. un besito!
ResponderEliminarSeguramente no las ves; pero existen, vaya si existen, es cuestión de ir a diferentes colas, de cáritas, de las iglesias de bienestar social, claro que existen; pero ya nos hemos acostumbrado sin inmutarnos a su presencia.
ResponderEliminarUn abrazo
Si no ver fuera la solución..., ¿endurecido el corazón? no, no se endurece el corazón, ¿se puede mirar a otro lado cuando ves ateridos de frio a esos jóvenes que bajan de las pateras, envueltos en las mantas que le dan y nos miran con esos ojos de terror?
ResponderEliminarSí, hay emigrantes de muchos tipos.
Besos Celia.
Yo si las veo. Con el niño suspendido a su pecho o espalda como un precioso tesoro, mientras venden baratijas o trenzan el pelo de alguna niña o mujer que se lo pida. Las veo, pero te confieso que mi mano (que es muy larga), no llega tampoco, igual que si fuera cortita cortita.Creo que tienes mucha razón cuando dices que con el tiempo tal vez el corazón nos crie costra.
ResponderEliminarUn abrazo.
quizás el lugar de donde se ven las cosas ya no es el mismo o quizás nosotros cambiamos
ResponderEliminarCuánta pena acumulada en ese "fardito". Cuántas veces no se encuentra aquel sueño. Por suerte se de muchos que sí lo encontraron, pero claro, el corazón queda dividido para siempre...
ResponderEliminarSensible relato que prueba que tu brazo todavía tiene una buena medida de largo.
Besos muy cariñosos Celia.
¡Vaya final! Me salgo del tema, me interesa mucho ese cambio que se va produciendo en todos a medida que nos hacemos mayores, esa perdida de sensibilidad, de pureza. Esa coraza que nos desnaturaliza.
ResponderEliminarTe agradezco la reflexión que me has generado.
Besos, Celia.
Uno lo ve, y si puede ayuda, a uno, dos o tres. Pero no se puede solucionar de a poco, es un tema que se nos va de las manos, lo que podamos hacer es solo una gota en el océano.
ResponderEliminarEl corazón se endurece es verdad, pero tenemos que ponerlo en remojo para que se afloje y nos permita ver que hay gente que nos necesita aunque sea uno, dos o tres.
Un abrazo
Qué triste tu texto, no sólo por la mujer que describes sino por la niña devenida mujer que sigue sufriendo por no poder dar esa caricia.
ResponderEliminarSaludos!
¡Ah! Qué gran pena, que la vida nos acostumbre a ver mendigos, transeúntes desesperados, gentes de otras fronteras... sin que ni siquiera reparemos en sus miradas.
ResponderEliminarSin darnos cuenta de que tal vez, nuestros propios antepasados hayan padecido lo mismo.
Un fuerte abrazo para todos, y mi cariño, siempre.
Es una forma de defensa sin duda, cuando maduramos y sabemos que por mucho que alarguemos la mano no podemos llegar a todo, hasta los ojos se ciegan, pero a veces, llega alguien como Gus con sus jueves y nos hace volver a sentirnos como niños y dolernos por los desfavorecidos, no solo emigrantes, un jueves muy duro éste, me ha dejado el corazón machacadito, miles de besosssssssssssss
ResponderEliminarHola celia, es triste texto, aun hay muchas mujeres como aquella emigrante, por este mundo. Besos, cuidate.
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ResponderEliminarSuprimí uno , se fueron dos, perdona.
ResponderEliminarDesde que el hombre se levantó sobre sus pies en este mundo ha inmigrado de un lado a otro por miles de motivos para su supervivencia y, allí donde ha ido ha esparcir sus semillas ha dejado vestigios de su cultura; la humanidad es mezcla de una misma necesidad en el destinos de sus antepasados y lucha por la supervivencia, lo sabemos. Los cuadros que vemos hoy día como el que nos relatas puede derivarse de muchas situaciones diferentes, también es cierto. Cuando en una sociedad avanzada que se dice cuna o referencia de progreso, donde se puede creer que se practica el humanismo y las leyes son justas, se escoge estas referencias y allá que se va y es slogan de mafias y especuladores sin escrúpulos; así que no es lo que se espera para quien busca en el cambio un futuro mejor o el ladrón una ley menos dura. Hoy en día nadie va a donde no le ofrecen garantía para trabajar, vivir o hacer negocios y en el caso de las inmigraciones pasa lo mismo, sólo que algunos no tienen esa información y sí a quienes les interesa aún la esclavitud y explotar su ignorancia. No todos vienen preparados para ofrecer a cambio de otros conocimientos aquello que en el intercambio pueda ser un valor añadido, para afianzar un futuro deseado; no siempre caen en buenas manos sus deseos; pero desgraciadamente no siempre los países de origen han dado a sus ciudadanos los recursos culturales y laborales que necesitan para defenderse dentro y fuera de sus fronteras. La mayoría viene de países que han sido super explotados por los europeos y otros más..., esa es otra cosa. Y, si a eso podemos añadirle la ignorancia en la que se les mantiene por sus propios gobiernos corruptos, o por falta de medios para conocer lo que está pasando realmente fuera de sus fronteras al exponerse a más sufrimientos, quizá las mafias no harían su agosto con sus vidas para ofrecer lo que no existe robando lo poco que tienen aprovechándose de comerciar con su necesidad y dignidad, empeñando el esfuerzo de su trabajo futuro y si es posible obligándoles a que les paguen de forma humillante. Triste sí que es , querida Celia y todo esto tiene que cambiar, estamos obligados a presionar a los políticos que para eso les votamos.
Es un esfuerzo importante para el control real y digno de las inmigraciones, no pueden ir donde no hay esperanza y menos que sus gobiernos se nutran de la ayuda extranjera que nunca cambia sus vidas, es donde se debe meter mano aunque se diga que: " no es lo políticamente correcto"... ¿Qué ley es esa que favorece a los gobiernos corruptos que no cumple con las necesidades del pueblo, "porque no permiten entrometerse o aceptar como país soberano cualquier inferencia extranjera", ¡pero sí robar las ayudas para mejoras sociales y, si reclaman o se sublevan, los machacan!
Mi abrazo. ¡Vaya tema, querida, da para pensar y mucho!