Los bajos instintos se forman en las luces perdidas. Las luces cuando no se alumbran con sentimientos y pensamientos positivos pierden brillo y se convierten en Sombras.
Allí no existe claridad y el entendimiento está nublado. Entonces ante la pérdida de identidad y de conocimiento de su Origen y Destino, el ser humano centra sus Energías en una búsqueda ofuscada. Sin comprender que haciendo traición, se traiciona a él mismo.
Y entonces, da todo su valor a aquello que cree, es así. Porque cuando el desconocimiento vive en quien vive, no acierta a comprender el concepto bien-mal.
Y en ese estado de ignorancia de la Luz, se cometen abusos, martirios, incoherencias que el propio causador, desconoce el torbellino que le abarca.
En momentos le abraza la desolación por sus errores, pero muchas veces no es consciente de que error cometió. El no comprende que le actitud tomada ha sido su propia decisión.
Al comienzo una barrera derribada, y toda una muralla de barreras, le llegarán después de haber empujado la primera.
El ser humano en Luz, que habita la Tierra vibrando en Luz, ha de enviar vibraciones elevadas a todo aquel que vive y en cada chispa luminosa, pensamientos de Unión, de Paz, de Amor y Vida, que abarcando cada partícula, alumbre las Sombras.
Todos hemos sido Sombra alguna vez. Todos llegaremos a ser Luz. Ese es nuestro destino. Unos hoy, otros mañana, otros, mañana de mañana.
El Sumum de la Permanencia, espera al que partió. Unos regresan antes, habiendo vivido sus experiencias con los dictados del corazón. Otros regresarán en largo tiempo, pero el regreso al mismo lugar, es común para todos.
Y después ¿qué ocurre?
Las experiencias terrenas son un aprendizaje necesario para conocer, para reflexionar, para ser felices ante la adversidad ya que el fin, siempre es la unión con el Todo.
Y somos Todo y somos Parte.
Ámate y sé feliz. Sólo así podrás dar Amor y Felicidad. Y sube los escalones poco a poco. Y toma aire en cada descanso. No olvides que sin aire no vives y que en el aire, también vives tú.
Siempre he pensado que uno debe empezar amándose a sí mismo para conseguir ser feliz y poder amar a los demás y darles todo aquello que él ha recibido y multiplicarlo, si es posible.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz día.
Los bajos instintos viven en las ciénagas, amiga mía, por eso no pueden reflotar nunca. Hay que saber mirarse en el espejo para dilucidar como somos y, como dice nuestro amigo Rafael, empezar por quererse uno mismo que es la mejor forma de aprender a querer a los demás.
ResponderEliminarTe mando un fuerte abrazo, Celia
Fina