Bueno... hoy estoy un poco tristona. No reconozco el por qué, pero seguro que lo tengo. Porque algunas veces el corazón se encoje, mientras la mente, analizadora ella, busca y rebusca en su disco duro, sin encontrar motivo alguno.
El tema es que hoy, bebo de mi propia medicina, sorbo a sorbo. Poco a poco. Ya no tengo que ponerme en situación ajena, y tengo la sensación de que una roca, me aplasta ...los sentimientos de Luz.
Estuve liadilla con mil cosas, antes de sentarme en este momento, delante de la pantalla.
Pero, voy a carcajearme de mi misma, y voy a proyectar cosas bonitas sobre mí. Porque todo es hermoso si sabemos pintarle colores a la vida.
Así es que estaré ocupada el resto de la mañana, brocha en ristre.
El tema es que hoy, bebo de mi propia medicina, sorbo a sorbo. Poco a poco. Ya no tengo que ponerme en situación ajena, y tengo la sensación de que una roca, me aplasta ...los sentimientos de Luz.
Estuve liadilla con mil cosas, antes de sentarme en este momento, delante de la pantalla.
Pero, voy a carcajearme de mi misma, y voy a proyectar cosas bonitas sobre mí. Porque todo es hermoso si sabemos pintarle colores a la vida.
Así es que estaré ocupada el resto de la mañana, brocha en ristre.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEs indudable que todo proceso terapéutico empieza por nosotros mismos y depende de ello la voluntad en reconocer que algo nos inquieta. Lo llamemos 'tristeza' seguro que será por algún vacío material y no por todo lo que te llena. Todo depende del recurso espiritual que llevamos en nosotros y aplicarlo. Interesa saber que en muchos casos nos basta un abrazo, una llamada de un ser positivo, quedar para tomar un té o un café y hablar un rato y reír, beneficia; también salir a caminar cerca a la naturaleza o donde se siente correr el agua, sin pensar más que en todo lo bueno que acompaña o nos rodea del entorno que más nos llena; pues la seguridad de tener lo que se tiene y es importante, satisface o favorece el estado de ánimo siendo segura y clara, da calma mientras caminamos meditando ese regalo que seguimos abriendo poco a poco cada día de la existencia... Un hogar cálido, lo que llena de ese honesto esfuerzo con el trabajo y el ahorro; unas risas de vez en cuando, unos brazos amorosos rodeando la cintura..., hijos y nietos como guindas del pastel...y allí todo lo positivo ante nuestra vista que no ante la imaginación. Pues los días fríos, grises, lluviosos o nevados, atraen la tristeza; pero si eso no nos basta es bueno acercase a un hermano árbol y abrazarlo, debe maravillarnos ver que parecen sólo adornos cuando son más que eso que se busca en lo urbano o en lo verde... Ellos nos ayuda porque somos hijos de lo mismo que en el silencio de cada simiente se desarrolla y parece que otros maravilla y alela la tele basura por poner un ejemplo. Ellos son testigos mudos y parte de nuestra responsabilidad por acompañarnos acá con las mismas ventajas y desventajas, vivir y morir, e igual que dan debemos agradecer; no pueden moverse como nosotros y tener los mismos sentidos (...), -dicen- pero esa bóveda celeste como sus raíces bajo el mismo suelo que pisamos tienen su inteligente y telúrico proceso; dicen mucho del espacio que ocupan ellos , nosotros, el agua, el fuego, los minerales, el aire...y de lo que nos alimenta en su conjunto como seres vivos. Y si no deseamos contar qué nos pasa a un familiar o un amigo, será mejor hallar en nosotros los motivos que ayuden y dejarla en trueque energético con los árboles, pues solucionan esa ansiedad al no están sujetos a nada material que ofrece lastre; así que es mejor una recuperación espiritual despertando elementos de la naturaleza que compartimos y que nos refuerzan el estado de ánimo, ejerciendo su terapia bienhechora. A veces la tristeza es sólo un aviso de lo que debemos aun allanar por el camino antes de emprender un nuevo proyecto o enfrentarnos a otro, pues los cambios dan inquietudes que no sabemos reconocer. Pero tú, ángel de recursos, vas muy llena. Te quiero.
EliminarSeguro que a lo largo del día, vas superando esa tristeza con la que has amanecido y que seguramente no has buscado.
ResponderEliminarUn abrazo y una sonrisa querida amiga.
Pintar la vida con bellos colores es la mejor actitud, aunque a veces se ponga en blanco y negro.
ResponderEliminarAbrazos.