"Llora la Fuente cuando el agua que mana, inunda el llano.
¿Y es culpable la Fuente? te preguntas.
No es culpable ni tampoco inocente. Sólo deja que la vida discurra entre soles y nubes. Entre gozo y llanto. Entre negrura y claridad.
Y es así, porque la vida bulle y se compromete: El agua con su cauce. El fuego, con su brasa. El aire con su calma.
Pero, a menudo el agua olvida el cauce. La brasa hace braseros y el aire se enfurece.
Y es así porque existe la posibilidad de la coherencia feliz y la posibilidad de ahuyentar toda forma trazada en la distancia"
Por supuesto que no es culpable y sí espectador de ese llanto silencioso.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Y a mi que me parece que la fuente "canta?? Y no es que yo sea optimista, pero en eso no estoy de acuerdo. Jaja
ResponderEliminarUn abrazo