Caminaba despacio calle arriba y de pronto… como si de un espejismo se tratara, le vi.
Me paré de sopetón al vislumbrar esa maravillosa forma que tenía ante mí; agradecida por no haberme desmayado, comencé a pensar el modo de alcanzar este descubrimiento mío.
Pensé en aquella parte trasera posicionada de mil maneras. Ahora para arriba… ahora para abajo... ahora lo masajeo... ahora lo caliento… y esta imaginación mía se desbordaba y la pituitaria comienzó a funcionar, y la saliva casi se hace babeante.
Quiero verlo de cerca, y para ello, empujo a todo aquel remolino de gente que ansía lo mismo que yo. Escucho un murmullo que interpreto lejano aunque esté a mi lado, y escucho unos cuchicheos que me tachan de chula y abusona mientras yo, miro al tendido y les digo que es mío. Que me ha cautivado y me pertenece por completo.
Todo el gentío me observa y me deja avanzar entre codazo y codazo, para no contrariar a una demente, me imagino; y a mí me importa un bledo que digan y piensen lo que quieran, mientras yo alcance eso que ansío.
-Señora ¿qué es lo que desea? Me dice la tendera.
-Por favor, es importante; toda mi familia viene a casa para pasar la Navidad, y me encantaría obsequiarles con esa parte trasera de cordero que tiene expuesta en el escaparate. Ya me lo he imaginado de mil formas y con mil aromas. No puede defraudarme...
¡Démelo a mí! Sabré compensarle con una buena propina.
-Señora, no es cordero, es un pollo de aldea. Lo siento mucho; la veo perdida; tiene que centrarse un poco y saber ciscernir una cosa de la otra.
-¡Vaya, he vuelto a equivocarme!. Y es que desde lo de Pepín, no he vuelto a levantar cabeza.
P.D.
Pepín era alguien que no era. En fin… yo me entiendo.
¿No será que babeabas recordando el trasero de Pepín y te daba lo mismo comerte un pollo que un cordero que una piedra? ha estado entretenido jajaja pero el culo no te ha complicado mucho jejeje
ResponderEliminar-....CrEO entenderte... pero bueno, luego lo aclaramos sí? cuando distingas mejor entre un cerdo y un pollo, y no lo digo por Pepín, que apenas no lo conozco...
ResponderEliminarMuy divertido Celia, por lo menos eso me ha parecido mirandolo de atrás.
un fuerte abrazo juevero.
Ayyy Pepín, ayyy Pepín, pepino no es porque hablamos de atrás, será pollo tomatero, o mejor cordero poderoso de los traseros, será, pepín...
ResponderEliminarCelia, un misterioso trasero se dibuja en el horizonte no en el super, se presiente, de adivina.
Divina narración, con su intrínCULIS.
Menuda caraja que tiene la señora, confundir el culo del pollo con el del cordero. El prpin debió de hacerle bien la puñeta...me has hecho reir y eso es genial.
ResponderEliminarBesitos
Por Diosssss!!! Quién es ese Pepín????
ResponderEliminarjajajajaja
Besos, Celia!!
Jaja, pues a mí me hubiera pasado lo mismo. Sin pieles o plumas, todos los bichos son iguales.
ResponderEliminar;)
Un besote
Menudo culo tiene Pepin!!!!!!!.......
ResponderEliminarPero vamos por partes...
Pepin era un cordero, osea, sumiso, bondadoso, algo sin voluntad.... (aborregado...)
o un pollo, osea, cacareante, chulito y matón?????
Ya nos dirás.......
Medea. ¡Qué graciosa! No. No me da lo mismo comer pollo que cordero. Lo que pasa es que algunas veces, vemos de forma equivocada.
ResponderEliminarJajajajaj.
Gracias por tu visión del "cuento".
Besos.
Hola Cas.
No hija, que no era un cerdo ¡que yo veía un cordero!, pero parece que era un pollo. Lo que pasa es que, después de todo el lío que monté, cojí el pollo... y a pasar la Navidad, tan campante.
Un beso.
Hola Natalia. Creo que voy a vivir por y para siempre con el estigma de ese Pepín que no era. Y es que uno, cuando quiere, imagina que algo es eso que cree que es.
En fin... no sigo que la lío.
Un besito, maja.
Maria José. La pobre, es que es de idéas fijas, y ve sólo eso que le apetece ver.
ResponderEliminarMe he reído muchísimo con vuestros comentarios. No tienen desperdicio.
Un beso
Lou, hija... tira de Hemeroteca y vuelve p´atrás. Ya verás... ya, quien es el que no era.
Un beso, diablillo.
Amiga. Lo bueno es que se dejen quitar pelos y plumas, que eso no es nada fácil.
Besinos, amiga.
Luna. Pepín es el que no era. Ya ves puede ser pollo o cordero. O puede ser carne o pescado. Jejejeje.
Gracias por esa pregunta tan graciosa.
Ah!, y por tu visita.
Sabía que con un tema así no te ibas a resistir a sacarle punta. Y ahora, ¿nos contarás otro día la historia de Pepín con "pelos y señales"?
ResponderEliminarUn beso, Celia.
Magnífica parte trasera de pollo que imaginaste cordero y que tan poderoso influjo ejerció sobre tí. ¿A qué o a quién te recordaba que de esa forma obnubiló tu mente?.
ResponderEliminarDivertido relato que me ha encantado.
Un abrazo.
jajajajajajjaj ¡Ya te dije que unos cristales de madera, no eran cristales, tira las gafas! jajajajajajajajajajajajajajjaajjjajj
ResponderEliminarV.Nas
Hola Celia.
ResponderEliminarEse Pepín dejó una huella profunda en la pobre mujer, tanto que se le mezclaban los culos de los pollos y los corderos, lo que me hace pensar que dejó una huella cular,jejejeje.
Muy divertido tu relato
Un beso
jajajaja...muy grande tu confusión a la hora de catar traseros! jejej...imagino que lo de Pepín debe haber sido decepcionante! jajaja
ResponderEliminarSaludos de juevera a juevera!
Hola Tere. ¡Claro que contaré la historia de Pepín... el día que contemos "historias inconfesables"
ResponderEliminarBesinos.
¡Ay Pepe! ¿No serás tú el Papín ese de marras?
ResponderEliminarYa sabes que aquí en Asturias, cariñosamente Pepe, deriva en "Pepín". Y ya estoy yo un poco mosca.
Besinos.
Hola V.Nas. Hija... una confusión la tiene cualquiera, y mucho más, cuando sólo trabaja la vista.
ResponderEliminarUn beso, guapina.
Mar... hombre, huella, hualla, no. Más bien dejó un rastro confuso.
ResponderEliminarBesinos, amiguina.
Hola Neogemenis, admirada juevera, ya ves hija. Ahora ya estoy mosca porque pienso que este Pepe que anda por estos lares... puede ser... ese Pepín.
ResponderEliminarVoy a ampliar mis redes de investigación.
Jejejeje. Que no falte nunca el humor ¿verdad?
Besinos.
Pues yo leo como tod@s; que Pepín dejó a la señora como a la madre del cordero (que no recuerdo yo ahora bien cuando se usaba la expresión)y con carne de gllina y así, por estas, la señora vio en el culo del pollo, divina parte trasra del cordero... Pero claro, ¿qué fue antes? ¿El huevo o la gallina? O lo que es similar, ¿El cordero o el pollo? O, ¿el Pepín o el otro, el que no era?... Bueno, tú ya me entiendes, ¿no?
ResponderEliminarCurioso relato, empieza así como quíen no quiere la cosa, con una historia convencional, cotidiana, y al final se enreda con un desenlace multicolor de equívocos y evocaciones.
ResponderEliminarMuy bueno el texto y muy buena la referencia al tema propuesto y te aseguro que no siempre es fácil acertar en las dos direcciones.
Besos
Nalgas al horno! Buena elección.
ResponderEliminarAhora falta distingir al animal que las portaba gustosamente. No es lo mismo una nalga de codorniz que una de vaca! Depende de la finura y de la cantidad de invitados, pues....
Muy divertido, compañera, buen fin de semana!
Beso.
celia...me restan pocos jueves que leer...y claro,ha dado la casualidad que comenzaba con el tuyo...y claro ha dado la casualidad que....acabo d evenir de la tienda mi pueblo de comprar comida...me hacía falta un pollo...en él iba pensando cuando de repente,, en la tienda un trasero hermnoso me quito la vista de los ojos para ponermela en la imaginacion..ay, ay, de mi....
ResponderEliminarsu turno señor, me dijo mari, la tendera...
dame ese culo de la señorita, dijela a la tendera...
jajajjaja
y ole por tu juevessss..
besos.
Gracia y humor unidos, un festín has concebido.
ResponderEliminarGracias por compartirlo y acicatear la sonrisa.
Un abrazo.
Si por casualidad alguna vez nos conocemos, ¡me presentaré de frente!
ResponderEliminarEstá visto que por detrás, el listón está muy alto.
Me encanta tu sentido del Humor Celia
Un fuerte abrazo
Hola Mary Carmen. Tú lo has dicho; las obsesiones hacen cada cosa...
ResponderEliminarUn beso.
Hola Mar. Estarás al loro uno de estos dias?
Primicia:
La "historia de Pepín" Una pelota de ping-pong, convertida en balón. Jajajaj.
Besos.
Hola Alfredo. Ya sabes eso de "en este mundo traidor...".
Besos, y gracias.
Hola Verónica. Un festín. Eso es lo que hizo con el pollo, mi prota; ya que no había cordero...
ResponderEliminarUn beso.
Hola Gus. ¡No quiero saber el desenlace!. Mira que te ha traicionado ese pensamiento tuyo...
Gracias, amigo. Beso y medio.
Hola Gloria. ¡Has hecho un ripio!.
Gracias por tu paseo por este jueves.
Un beso
Mistral. ¡Ups! Me has dejado sin habla. De frente no, que me da yuyu.
Mejor, me gustaría verte como te imagino, romanticón, con una rodilla medio hincada en el suelo, recitando poemas a tu Dama.
Gracias, amigo.
P.D. Por cierto, si algún día piensas salir del anonimato,y lo haces público, el camino para verte y escuchar de tu boca los poemas, será más transitado que el de Santiago.
Ya me imagino un aparatito para recoger números, como en la carniceria, para departir contigo.
Un fuerte abrazo.
Amiguina,
ResponderEliminar"Relatas" de lujo...
Entre "pollos y corderos"
anda el amigo Pepín
si lo pilla nuestra amiga
se dará un merecido festín
Un abrazo
Un abrazo muy fuerte
Hola Victor V.
ResponderEliminarTu paso por aquí, es un lujazo.
Muchos besos.