-Lo siento mucho Gerard. Siento que toda nuestra convivencia haya derivado en algo tan lamentable. Lo siento de veras. Y sí, me marcharé. No debes echar cerrojo alguno a la casa. Te la dejo a tu entera disposición. Los recuerdos no son buenos. Me tomaré unos días. Tengo muchos temas que dejar zanjados.
Siento enormemente que no hayas sabido disfrutar de todo lo que te ha dado la vida. Siento mucho que no hayas vivido la infancia de tus hijas, ni las hayas escuchado en tantos y tantos sinsabores y alegrías que han tenido a lo largo de su vida. Tu ausencia emocional, les ha hecho daño, aunque parece que ahora han apostado fuerte por ti. Me alegro mucho.
-Carolina ¿Te he pegado alguna vez? ¿Te he empujado alguna vez? ¿Te hice daño físico algún día? Dime… responde.
-No, Gerard. Jamás me has tocado, ni me dañaste físicamente. No tengo secuelas ni marcas en mi cuerpo, porque nunca las ha habido.
Pero mi Alma está tarazada en miles de pedazos, en miles de nostalgias, en miles de decepciones, en miles de sinsabores. Mi Alma está surcada por millones de palabras vacías, por besos inoportunos y sin contenido, por noches de amor sin amor. Está cubierta de esa tristeza arraigada que ha marcado mi vida junto a ti.
Y las cicatrices del Alma son más difíciles (sino imposibles) de borrar.
ResponderEliminarAnda que no!
Un beso, Celia!!!
Y es más común de lo que pensamos...
ResponderEliminarEl alcohol nos roba los sentidos y los sentimientos.
Un abrazo, amiga
Que complicado y duro es el mundo del alcoholismo.
ResponderEliminarExcelente Celia este retazo, espero que haya más.
Un beso
Demasiadas personas ausentes aunque su presencia ocupe un espacio físico. Los traumas emocionales que causa la ignorancia de quienes comparten espacio es terrorífica, justo por eso, porque no se ve.
ResponderEliminarUn abrazo, compañera.
No hay mayor golpe, que el vaciar el alma de alguien: ¡jamás cicatriza!
ResponderEliminarMe gustó mucho Celia
Un verdadero placer leerte, gracias por tus amables palabras en mi blog.
besos
Se pierden los mejores momentos, enterrando la vida, dejando abierta la herida de la soledad y melancolía.
ResponderEliminarUn placer leerte amiguina.
Besitos
Hola, Celia.
ResponderEliminarEl alcoholismo es una enfermedad que destruye a muchas personas y a las de su entorno. Y por desgracia, cada día hay más personas afectadas. Según las encuestas, el número que más sube es el de las mujeres. ¡Qué pena!
¿La novela es tuya, Celia?
Un fuerte abrazo, amiga.
Maat
Celia, si este comportamiento es
ResponderEliminarprovocado por el alcoholismo, es distinto a si esta provocado por
el carácter del hombre.
El alcoholismo es una enfermedad, que puede dar mucho sufrimiento a las dos partes.
Hay tantos vicios o enganches emocionales que no somos capaces de controlar.
Esta escena que relatas la hemos vivido muchas demasiadas mujeres.
Un abrazo querida Celia
El alma debe ser como el papel que uno arruga y luego quiere alisar; jamás vuelve a tener la misma tersura y por lo tanto, nada vuelve a ser igual.
ResponderEliminarUn abrazo cargado de afecto.
Lourdes, Amiga, Maria José, Verónica, Mistral, Carolina, Maat, Marian, Gloria... Muchas gracias por vuestros comentarios.
ResponderEliminarEspero entrar en vuestros blogs, en breve, y es que llevo tiempo algo apartada de este espacio, por falta de tiempo.
Es un verdadoro placer, sentir vuestro cariño, que por supuesto, es mutuo.
Muchos besos.
Esta Novela, aún no está limada. Me falta trabajar sobre ella.