Eres...

 

 

 

Eres un ser espiritual viviendo experiencias terrenas. No un ser humano portador de un Espíritu.

El Espíritu perdura y el cuerpo regresa a la materia.

Antes de volar con vuelo libre, es necesario mirar -como admira un relojero ese reloj-. Con precisión, con veracidad, con el convencimiento de que tiene que seguir recorriendo su trayecto.

Admírate con la Realidad de la Verdad y no como un deseo de ser.

Sé preciso.

Analízate y advierte si aun llevas una pincelada de odio hacia ti o hacia alguien lejano o cercano.

Advierte si aun llevas un punto de rencor  hacia ti o hacia alguien lejano o cercano.

Advierte si aun llevas cualquier bajo sentimiento o deseos ensombrecidos hacia ti o hacia alguien lejano o cercano.

Si todavía no tienes limpios tus sentimientos, tu vuelo evolutivo no será completo porque los sentimientos oscuros, pesan, y no te dejan volar con la libertad de percibirte libre.

El día en el que tú dejes de odiar, de temer, de sentir punzadas de zozobra por tus pasados, presentes y futuros, ese día, estés convencido  o no de la permanencia del Ser, volarás libre al encuentro contigo mismo y a la par, con todo el que vive.

Recuerda siempre que aunque seas  gran creyente de la Permanencia Infinita  del Ser, si no sigues el razonamiento lógico basado en el Amor incondicional, de poco servirá que intentes encontrarte y encontrar, porque el vuelo será simplemente una utopía.

Ama. Sé feliz. Reencuéntrate contigo. Y ante el suceso, la propia Magia de la Vida, trazará el milagro al hacerte sentir que jamás existe la palabra fin, en la Existencia.

(La mayor parte de los mortales, no cumplimos con tanta luminosidad. Mientras nos equivocamos, caemos y nos levantamos una y otra vez, hemos de saber que tenemos la "licencia" necesaria para hacer nuestra santa voluntad. Y nadie nos va a castigar por ello a no ser nosotros mismos) Pero es bonito conocer que solo el Amor, es importante, porque desplega sus alas en todas direcciones.