Siendo Sabio ¿Por qué desconoces tu Grandeza?

 

Quizás el Universo para ti, aún  tiene límites. Quizás tu Conocimiento aún te rehúya, porque tu Mente, sigue aferrada a la parte física.

Viaja con la libertad que da saberse libre.

Muévete en todas direcciones. Percíbete viento, lluvia, nieve, sol… hielo también. Percíbete sombra, penumbra, claridad y Luz.

Elévate y fusiónate con el árbol, con la flor, con los animales, sin distinción ninguna.

Mira tu cuerpo físico que espera tu regreso; observa desde la altura, lo poco que es, sin ti. Sube la montaña con tu Energía. Vibra con ella.

Vislumbra el valle. Baja hacia él. Cúbrete de Luz, de Vida, de Amor.

Encuentra al caminante. Abrázalo. Ámalo. Ayúdalo ofreciendo tu mano.

Retoza entre los arbustos. Pasa por encima de las espinas, pues ellas no te dañarán aunque las pises, pues saben que las amas.

Aspira el aroma de la flor. Intuye que te da el regalo de su Esencia, para que goces tú.

Siéntete libre, porque eres libre. Eres ese Espíritu feliz, sin ataduras, que es Todo. Que está en Todo. Busca y encuentra siendo siempre tú mismo. Pero siendo tú... ¡eres todo!

No existe individualidad.

Eres esa hoja sostenida y esa otra que ha caído. Eres ese volcán que ruge, ese rayo, ese trueno, ese Sol  y  esa quietud del valle de la Vida.

Eres el relámpago que alerta de la tormenta, siendo también tormenta y brisa suave.

Porque cuando ya te reconoces Espíritu, todo es posible. El pasado, presente y futuro pierden consistencia para ser, ahora.

Y la Luz ya no tendrá que brillar para ti, porque:

 ¿Qué objeto tiene que el Sol alumbre al Sol?