El cambio que anhelas para mejorar tu entorno, ha de comenzar en ti.
Recuerda:
No esperes que alguien te haga feliz. Sé feliz contigo y reparte felicidad. Solamente así, lograrás que tu situación afectiva se cure de esas palabras alborotadas, de esas punzadas hirientes, de ese grito que desasosiega a quien lo emite y a quien lo escucha.
El cambio es posible. Sé tenaz. Ámate, respétate y reparte ese amor y ese respeto en todas direcciones.
Recuerda:
No esperes que alguien te haga feliz. Sé feliz contigo y reparte felicidad. Solamente así, lograrás que tu situación afectiva se cure de esas palabras alborotadas, de esas punzadas hirientes, de ese grito que desasosiega a quien lo emite y a quien lo escucha.
El cambio es posible. Sé tenaz. Ámate, respétate y reparte ese amor y ese respeto en todas direcciones.