No solloces, humano.
No tengas miedo a los aconteceres y sigue tu camino,
prendado con las bellezas del trazado, aún entre penurias.
No tengas miedo, humano, por todas las amenazas que la
vivencia mana para ti, y que te lleva por los derroteros de lo incierto.
No tengas miedo, humano, porque aunque la inteligencia
empleada en arrasar llegue hasta ti, tú eres fuerte y puedes sobrevivir ante el
desastre regado por los otros. Porque los vivientes viven en dos bandos y en
unos existe la paz y la creación y en el otro existe el caos y la Oscuridad.
El humano se piensa creador con artilugios que crean
desastre y miedo, y el humano también piensa en crear unión desde el Amor.
Y tú te preguntas: ¿en donde está la línea divisoria?
¿Existe humanidad en Luz y en Sombra? Y yo te digo: “No es mejor ni peor el Ser
que encarna, solo es diferente su trazado y las correspondencias entre unas
Alma y otras, son desafíos en la lucha, como también pueden ser certeza de
creación de un Mundo nuevo de Amor y Vida.
Las Almas encarnan con sus citas y las mentes actúan desde
su razón. Todo se mueve tras la cortina de humo que aletargando las mentes y
vibrando en odio acarrean destrucción”.
Pero la Esencia escucha y el clamor de los vientos acuden
con su brisa y borran tantas muertes retornando a bellos despertares.
Porque cuando la vida física calla, las Almas regresan a su
Cita y más tarde regresan con savia nueva, para comenzar un nuevo periplo y
concluir, un día, en un nuevo renacer de la Consciencia Eterna, en donde todo
se vuelve Melodía.
Celia Álvarez Fresno 29-10-2021
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