Escúchame… no digas que no me oyes: “Mantén tu mente callada
y tu Alma abierta”.
Escúchame, y abre la puerta del sentimiento cubierto con
manto bello.
Escúchame, y abre los sonidos de tú corazón, con tintes de
humanidad certera y Luz de brillo.
Escúchame, pensamiento mental, que no crees en Mi y tratas
de ser tú quien lidera la Vida, y percíbeme,
ya que en ti, Soy Yo, susurrando Estrellas en la noche y también
inspirando los regueros del Oro de la Eternidad.
Escúchame, Energía perdida, porque chorro de Luz, soy en
Ti.
No busques Estrellas en el suelo.
No busques algo Espiritual del firmamento, adherido a tus
pies cuando pisas otros pies, haciendo daño.
Escúchame, y mira cómo vuelan las aves aunque tengan patas y
sepan de caminos.
Escúchame y vuela por los Cielos, cuando el agua te ahogue,
cuando el fuego te queme, cuando la vivencia te
aprisione…
¡Vuela con el Alma encendida! y haz que su vuelo sea cobijo
para el frío, para la soledad, para la tristeza…
Vuela y recoge las Energías
oscuras, para iluminarlas con el
fulgor del Espíritu, ese que mana
canciones de Eterno Amor.
Celia Álvarez Fresno 03-11-2021
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