Cuando tienes en tus manos "Pinceladas de soles y lunas" te embarga el deseo de navegar por sus páginas. Ya desde las primeras palabras te sientes atrapados por el ritmo pausado con el que la autora ha dotado la historia. Es como si se tratasen de las pinceladas que da un pintor sobre su lienzo. Ese ritmo nos lleva a paladear la historia donde los personajes son presentados con toda vivacidad. Seres que viven, piensan y sienten. Y no es fácil lograr crear los personajes con esta realidad. Ese es un mérito únicamente atribuible a Celia Álvarez. Y ese mérito se traslada al buen desarrollo de la historia que te succiona haciendo devorar sus páginas. Una vez has empezado su lectura cuesta mucho dejarlo. Percibes la necesidad de proseguir y proseguir hasta llegar a la conclusión. Al llegar al final te sabe mal por haber terminado, por haber concluido con unas horas en los que has olvidado los propios problemas... Horas en las que te has sentido Elena, Manu o Pedro...Por suerte siempre te queda la oportunidad de volver a la primera página y releer la historia. Seguro que descubrirás nuevos sentimientos. No tengo ninguna duda porque la lectura es percibir sensaciones. Y Celia ha logrado plenamente transmitirlas al lector. ¡Enhorabuena por deleitarnos con algo así!
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Hasta donde alcanzo a comprender… En nuestro Yo, habita la Permanencia. Se instala la Quietud. Se vive la Libertad. Se encuentra el Conocimiento. Se siente la Verdad. Se absorbe la Sabiduría. Se palpa la Realidad. Y la gran Realidad es que Yo... es Tú. El yo Racional, comete errores. El Yo Espiritual, nos enseña el Camino. El díalogo no se hace esperar mientras la vida transcurre, entre Luces y Sombras.
La Perla de la Unión. Un Simbolismo Universal.
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Gracias amigo. Es todo un honer para mí, que me hayas dedicado un comentario.
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