Sí. Yo.
¿Por qué decir muchas veces, yo, se considera ególatra?
¿No es la máxima realidad palpable?
Soy la mayor conocedora conocida de mi yo, y puedo esconder sin esconderme a mí. Soy dueña de muchas circunstancias, cuando mi yo se afianza o se intimida. Te puedo mentar mil argumentos, convencerte de historias y de cuentos, lucirme con vestidos de gran firma. Guiñar un ojo y otro en tu ceguera…
Pero puedo llevar debajo de mi fashion, tristes harapos, y solo yo, lo sé. Pero yo, a mí yo, ya no le engaño porque soy mi realidad más próxima. Soy mi todo, conocido. Podemos ser más yo, en uno. Pero siempre, siempre seré Yo.
¿Por qué decir muchas veces, yo, se considera ególatra?
¿No es la máxima realidad palpable?
Soy la mayor conocedora conocida de mi yo, y puedo esconder sin esconderme a mí. Soy dueña de muchas circunstancias, cuando mi yo se afianza o se intimida. Te puedo mentar mil argumentos, convencerte de historias y de cuentos, lucirme con vestidos de gran firma. Guiñar un ojo y otro en tu ceguera…
Pero puedo llevar debajo de mi fashion, tristes harapos, y solo yo, lo sé. Pero yo, a mí yo, ya no le engaño porque soy mi realidad más próxima. Soy mi todo, conocido. Podemos ser más yo, en uno. Pero siempre, siempre seré Yo.
Y eso es la verdadera realidad.
Yo.
Ahora filosofando sobre el yo.Tienes razón. El yo es la verdadera identidad de cada uno.
ResponderEliminarSí. Muchas gracias por tus comentarios Asun.
ResponderEliminarUn abrazo.