Llueve, y los regueros de finas gotas llegan hasta la ventana. El cielo está plomizo, y todo hace presagiar una jornada gris.
Odio la monotonía y la pasividad. Me agrada el movimiento y las sensaciones que hacen que mi corazón se mueva de forma cardiaca para más tarde reposar.
Por eso amo los días entre nubes y sol; cuando la lluvia cae con fuerza y azota los cristales, para más tarde dejar paso a los rayos del Astro Rey.
Por eso hoy, se me antoja triste. Porque el cielo está lleno de nubes, y la lluvia fina está cubierta de monotonía, y penetra en mí cubriendo de melancolía mi Alma, que hoy está muda, porque no quiero escuchar.
Pues a levantar ese ánimo, porque dice el refran que "tras la tormenta llega la calma".
ResponderEliminar¿Porque será que el tiempo nos afecta a nuestro estado de ánimo?
Y lo curioso es que no siempre nos afecta igual.
Prefiero los dias soleados son menos tristes
Buenas noches Celia,
Hola, Celia:
ResponderEliminar¿Cómo es eso de que estás triste? Con la buena música que hay en tu blog. Vaya foto chula. ¿Sabes? Esa foto del cielo me parece muy extraña. Según se mire, pudiera ser algo que está por encima de nosotros o por debajo. Es como si mirara un lago desde una ventana. Qué bonita.
Oye, cuando quieras nos vamos de blog. Eso sí, me avisas antes para dejar los zapatos en casa, que no veas la de rozaduras que traigo a la vuelta, jajjajaj.
Venga, guapa. ¡Ánimo!
A mi no me gustan los días de lluvia, me ponen triste, prefiero los de sol; aunque con la vena artística que tengo, me encantan los cuadros de gente paseando por las calles mojadas, con los reflejos de sus cuerpos en la calzada. Es un poco contradictorio ¿no?.
ResponderEliminarHola Paco. Ya estoy bien. Muchas gracias... es que me gusta la lluvia fuerte, el sol que brille el cielo despejado o muy tormantoso. Pero el "orbayu", asturiano, me pone un poco baja...
ResponderEliminarMercedes ¡Que graciosa eres!. Tenemos que organizar algo y en vez de ir de blogs y de tiendas (bueno de mercadillos), que las cosas no están muy allá- Y así nos podemos reír un rato.
ResponderEliminarLos zapatos, ya me parecía a mí que era un poquitin altos, y que te iban a hacer daño, pero te vehía tan entusiasmanda que me callé la boca.
Un besin
celia
Carmen, a mí me encanta la lluvia fuerte, con garra... que se note. Y si hace viento mejor que mejor. Pero el cielo plumboso, sin más y las gotas finas... me pueden.
ResponderEliminarPor cierto ¿Cuándo cuelgas alguna obra más en tu blog? Estoy a la espera.
Un besín
Oye Mercedes eso de los zapatos me ha recordado un relato que escribí la semana pasada (que no puedo publicar en el blog). Donde la protagonista femenina llega de trabajar con los pies llenos de ampollas por haberse comprado unos zapatos un par de tallas mas pequeñas.
ResponderEliminar-Pero eran tan bonitos, que no podía dejarlos en la tienda...
Un abrazo
Los zapatos están en post de Mercedes, algo así como ¿Nos vamos de blogs?
ResponderEliminarCreo que son un tanto incómodos. No los recomiendo por si acaso.