Me encuentro unas vías que se me antojan, caminos paralelos. Me gusta coger ese rumbo infinito que lleva el viaje lejos; pero... el miedo a la máquina que viene impávida, hace que me desvíe, y otra vez, recojo un fracaso para el equipaje de mi mochila gris.
Me pongo a acariciar un gorrión herido que encuentro sumido en el zarzal de espinas, y al salvarlo, me hiere una punzada.
Alguien viene a mi lado y me presta tiritas, y yo las recojo sembrando una sonrisa y un beso en su mejilla.
Me toma de la mano y subimos colinas y bajamos pendientes, y retozamos al sol de primavera, sin reparar en viajes otoñales, ni en la crudeza del invierno blanco.
Palpamos olor a flores nuevas y cantamos susurros con caricias sentidas. Gozamos de aquel sol que el estío nos brinda majestuoso. Miramos horizontes sin fin... y una playa se levanta gozosa de ser vista.
Nos invade el calor y adentrados en agua, fingimos que no hay hoyo, y braceamos buscando horizontes y luces allá en la inmensidad.
Pero fingir no es bueno, y perdiendo aquel norte, clamamos una luz que nos guíe a tierra firme.
Tienes razón, fingir es lo mismo que disimular y no es bueno.
ResponderEliminarNo vayamos ahora a tonterías, eh Celia?
jaja
Besos, guapa!
hola preciosa , claro que fingir no es bueno , cojamos el camino y si duele ,abra que llorar para poder seguir mirando hacia delante , pero cuando fingimos solo a nosotros nos engañamos ,porque a l@s demas , les da igual , no pagaran las consecuencias de nuestra torpeza intentando ser lo que no podemos ,besos para toda la semana .
ResponderEliminarPreciosisimo Celia. Me ha encantado. Quizáe s el mejor que te he leido. Escribes muy muy bien. Te felicito. un abrazo. milagros
ResponderEliminarEs mejor plantar cara con la palabra "verdad" por delante.
ResponderEliminarUn beso.
Soledad.
Siempre hay que ser positivo aunque nos cierren una puerta igual se nos abre otra.
ResponderEliminary eso de fingir en cierto modo todos lo hacemos aunque sea sin darnos cuenta.
Debemos quitarnos todas las máscaras aunque sea doloroso.
Un abrazo Celia.
Siempre es buena la compañía, aunque sólo sea para que
ResponderEliminarte preste unas tiritas...
Besos
No desde luego no es bueno fingir, pero sí disfrutar de la vida como tú nos enseñas en este relato...UN abrazo!
ResponderEliminarFingir nunca es bueno, debemos seguir nuestro camino aunque este sembrdo de espinas, una luz aparecera cuando menos la esperes. Besos, cuidate.
ResponderEliminar"Palpamos olor a flores nuevas"... exquisito.
ResponderEliminarAunque tú seas una de las flores más nuevas que leo a diario.
Impresionante
Celia, siempre tienes razón, me encanta leerte, y muchas gracias por tus visitas, me han hecho mucho bien como las de otros amigos, me cuesta remontar pero ya sabes que tengo un gran ejemplo a seguir.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, preciosa.
Maite
Cierto: fingir no lleva a nada.
ResponderEliminarBien por estas letras. Un gusto leerte.
Celia, si te despojaras de la mochila que llevás siempre sobre tu espalda, no habría máquinas que obstruyan tus senderos, ni espinas que se hinquen en tu alma...
ResponderEliminarConmovedor, amiga.
Un beso inmenso.
Hola Celia.
ResponderEliminarSon preciosos estos relatos. Todos nosotros tenemos mochila en donde debemos de poner nuestras experiencias; unas veces conscientemente, otras no.
Tendríamos que cuidar de todos, como tú hiciste con ese pajarillo, aunque sólo fuese por nuestro bien, pues cuando se hace algo bueno, te sientes con mucho bienestar interior, y los más beneficiados somos nosotros mismos.
Yo, miraré mi mochila y veré mis carencias. Procuraré enmendarlas.
Un beso grande.
Conchi
Una forma perfecta de trazar el zig-zag constante de la vida... salir del camino para vivir, volver al camino para dejar de tener miedo a "morir"....
ResponderEliminarGran despliegue de sencillez y sublimidad, un relato lleno de un aroma que atesora imagenes hermosísimas.
ResponderEliminarSabes Celia, recuerdo cuando empecé a comentarte y tu muy timida (creo) apenas me visitabas o devolvías la visita, después te fuiste soltando y me alegra saber que ahora hay mucha gente que te comenta, no sé porque he recordado esto.
Besitos mil.
Hola Lordes.
ResponderEliminarFingir no es bueno.
Un abrazo
Hola gramitos.
ResponderEliminarEn una vida, creo que se hacen muchas cosas positivas y otras muchas que no lo son tanto.`
Pero, es así. Y el camino, sigue.
Un abrazo
Gracias, Milagros. Escribo un poco de todo. Aunque, para que nos vamos a engañar... el blog lo abrí con idea de plasmar spiritualidad. Pero, me voy por las ramas, con mucha frecuencia.
ResponderEliminarUn abrazo
Soledad. Sí. La palabra verdad, debería abanderar nuestras vidas, pero algunas veces...
ResponderEliminarUn abrazo
Carrachina, efectivamente, las máscaras no sirven de nada. Sólo hacen de uno mismo el esperpento que no debería de ser.
ResponderEliminarUn abrazo
Amiga. Siempre es necesario llegar unas tiritas, por si acaso.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola moderato.
ResponderEliminarClaro que tenemos que disfrutar de la vida. Es nuestra "obligación".
Un abrazo
Poetiza gracias por pasarte por aquí. Un abrazo
ResponderEliminarManolo. Gracias por tu comentario tan "impresionante",
ResponderEliminarun abrazo
pande. No. No siempre tengo razón. Sólo alguna vez, y creo que también tenemos derecho a equivocarnos. Así es la vida.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Salvador. Sí. La verdad es que fingir no es bueno.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Liliana.
ResponderEliminarMi mochila está tan adherida a mí, que casi no la noto. Pongo, quito... en fin. La vida.
Un abrazo
Hola Conchi. Gracias por tu reflexión.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Ave. Gracias por estar por aquí ziz-zagueando por los blogs y publicando tú. Y debes hacer el favor de no marcharte por mucho tiempo ¿o.k.?
ResponderEliminarUn abrazo
Angelus ¡Qué verdad tan grande!.
ResponderEliminarEra verano del año pasado. Tus comentarios me llenaron de ilusión. (Claro, no tenía casi ninguno. Algún que otro amigo, o amiga, me decían algo, pero sin tener blogs ). No sabía hacerme publicidad. La verdad es que aún no sé, pero unos por otros... hemos formado una hermosa cadena.
Recuerdo que me diste un susto de muerte, un día que decías que te ibas a suicidar ¿recuerdas?
Y yo te escribí una y otra vez, quitándote eso,de la cabeza.
¡Ah! Si me has hecho sufrir y todo... pillín.
Un abrazo muy grande (por eso de la antigüedad)
Celia, tus palabras sí que trazan caminos con veredas y colinas infinitas. Nunca sé lo que voy a encontrar en tu blog. Es como cuando abro ese librito de "Minutos de Sabiduría" que llevo en el bolso y me acurruco en una voz que se dirige a mí y me reconforta.
ResponderEliminar"Alguien viene a mi lado y me presta tiritas"
Un abrazo de peineta chula.¿No dijiste que te ibas a comprar una?
Hola Merce. Estoy en duda jajaja. Todo depende.
ResponderEliminarLa semana que viene tomo la decisión en firme.
Un beso
CELIA,EN REALIDAD ¿DE QUE SIRVE FINGIR?EL ENGAÑADO ES UNO MISMO...ME ENCANTA LO QUE TUS LETRAS TRANSMITEN.
ResponderEliminarMIL BESOS AMIGA.MJ
Es muy hermoso lo que escribes Celia, que bueno que te encontré.
ResponderEliminarLa luz está en tu corazón, deja que él te guíe...bendiciones,
Carmen
Hay que seguir los caminos,siempre caminarlos...hasta cuando sean fingidos.
ResponderEliminarPero sobre todo, es primordial hacerlo,sintiendo que los pies no se despegan del suelo,que permanecen anclados en la tierra...
Muy bueno,y cómo no!
Hermoso...
Besos.
Cuánta ternura. A veces empezamos fingiendod y terminamos siendo auténticos... es que una mentira no dura mucho. La vida es hermosa aunque a veces finjamos que no lo es... pero finalmente sigue siendo hermosa.
ResponderEliminarCelia
ResponderEliminarya más dificile para mi limitado castellano, pude leer y sienti, seguro, que ese pequeno texto es enorme en cualidad y en todo que queire expresar
un rico momento
gracias
Pedro