Las vivencias establecidas antes de encarnar pueden tornarse también vivencias libres de trazado, por la libertad humana.
Las vivencias establecidas siempre responden a una causa, a
una circunstancia a vivir, acomodada a la evolución del Alma.
Cuando el Alma encarna en ser humano, no lo hace de manera
casual, ya que el Alma, en conjunción Espiritual, elige vivencia a transitar,
aunque sea de dureza absoluta, ya que desde la Inmensidad, el paso por la
Tierra, es un espacio de tiempo ínfimo, comparado con la Totalidad de las
experiencias.
El Alma es blanca o gris dependiendo de las vivencias
transitadas.
Las Almas son cúmulos de Energía, en los que el aprendizaje
trazan sus vivencias. Quien vibró en dureza experimentará esa dureza en sí
mismo. Quien subió peldaños de trascendencia hacia el Amor, regresará para
brindar Amor al caminante de la Vida.
El Alma puede ser enorme, Amorosa, sabia, infinita presencia
desde lo inabarcable, o puede ser dura, pétrea, hostil; trazadora junto a la
Mente, de los mayores despropósitos en su encarnación.
El Alma es moldeable a las manifestaciones de la razón
mental.
La mente encarnada lleva su conexión con la parte
espiritual, -Espíritu-Alma-, y juntos pueden elevar sus percepciones y
sentimientos o aquietarse en la más absoluta oscuridad.
El Alma, -prolegómeno del Espíritu, que siendo en lo
Eterno-, se interpreta Alma, para transitar y vivir a través del humano.
El Alma es un Todo en sí misma, ya que tiene la capacidad de
crear, de expandir, de involucrarse en grandes retos.
El Alma no es mortal, porque nunca ha nacido, y en sí misma
lleva diversos colores en sus manifestaciones.
El Alma Es en todo viviente y en cada cual se adapta a sus
experiencias: los animales, las vegetaciones, las manifestaciones aire-fuego,
todo responde al Alma Universal.
El Alma es ese gran Paraguas, con su tela, sus varillas, su
empuñadura, como también es el Ser que lo contiene.
El Alma es de colores brillantes u opacos. Es hacedora de
misterios y realizaciones espirituales.
El Alma encarnada va capitaneada por la razón y por ello, el
Alma sigue los dictados del bien-mal, dependiendo de los pensamientos cuando
forman parte de la razón oscurecida o Luminosa.
El Alma es pura cuando se interpreta Naturaleza y reparte
instinto, y Vida, y Creación.
Porque el Alma es bella y armoniosa cuando vive vibrando
en Creación y Luz eterna. Pero el Alma... es solo timonel, cuando la
dirige la Mente.
Celia Álvarez Fresno 11-12-2020