Estoy viendo las noticias y una imagen amarga me hiela el corazón, porque no son solo los volcanes que braman y en su bramido arrasan… somos los seres humanos que guerreamos con palabras y todo tipo de armas que alcanzamos para acabar con el otro.
También hay agua mansa que riega tierras y hacen de ellas lugares fértiles de cultivos abundantes y hermosura arbórea pintada a su vez, con flores de tintes y de frutos.
Pero estamos vacíos… vacíos de Amor y nos falta el deseo de amar y comprender al otro.
Las sonrisas no abundan.
Los abrazos no existen, porque entre el abrazo sincero se puede interpretar abuso o deseos de citas clandestinas.
Estamos vacíos de consciencia y nos enfundamos con botas nuevas para pisar al otro… y nuestra mente se fija en estas cosas mientras el Alma desde su vibración con Luz Eterna entona una canción con flores nuevas y Luz hermosa:
“Demasiado realizas, Ser de Luz, que vives entre peñas y derivas.
Demasiado realizas, cuando sigues cosechando frutos aún sabiendo que algo puede arrasar toda tu cosecha.
Demasiado luchas, cuando brincas de tu cama para caminar a tu cita con lo cotidiano que te ayuda a subsistir”.
Porque la vida es un cúmulo de experiencias, de logros, de fracasos también… y entre todo ello, se subsiste y a la vez, se aprende y se comprende que aún no siendo fácil, siempre es hermoso… ¡Vivir!
Y en la vida, un día dejas de vivir y entonces y solo entonces, comprendes que sin montañas empinadas no sabrías valorar los valles y entre los valles… las praderas, en donde el Sol, nunca se pierde, porque deja constancia de su paso al alimentar ¡La vida!.
Y la vida no es solo vivir aquí-ahora; Ella, es un compendio de Muerte y Renacer de nuevo. Como renace el Sol en la mañana que aunque se oculte en la tarde, siempre renace de nuevo.
Celia Álvarez Fresno 27-10-2021
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