Dile, que le das las gracias por tus vivencias, por tu vida,
pero aún te cuesta creer en Él.
Dile que escribes sus dictados pero que aún así no crees que
no seas tú enhebrada a la mente.
Dile que cada día piensas en Él, sutilmente, pero que
analizas el pensamiento y te cuesta creer en su Existencia.
Dile a Dios esta plegaria:
“Perdóname Dios mío porque mi razón me aleja de Ti.
Perdona a esta mujer paciente y tierna pero llena de dudas.
Perdona a esta mujer que erró en la vida creyendo que no
estabas.
Perdona porque alguna vez la mente no acierta a ver la
dulzura del corazón.
Perdona a esta mujer que teniendo todas y cada una de las
manifestaciones más precisas sobre Ti, no acierta a comprender por qué el Alma
brilla sola sin el beneplácito de la razón.
Perdona a esta mujer que elucubra mil situaciones cotidianas
tornándolas catástrofes cuando son rayos de Sol.
Perdona Dios a esta mujer que es Luz pero que no comprende
que también la Luz se apaga y brilla sola sin el beneplácito de la razón.
Perdona Dios a quien tanto conoce, tanto recuerda, tanto
percibe, pero que aún no reconoce su poder. Perdona Dios al Ser encarnado
porque no es fácil vivir en esta vida de olvidos y elucubraciones y seguir
anclado a Ti.
Perdona a quien vive en la Tierra olvidándote ”
Y entonces Él responde:
“Ser un ser encarnado, es el olvido, porque así ha de ser para vivir las historias
de la vivencia física sin las cortapisas que ofrece el recuerdo claro de otra
Realidad.
Ser un ser encarnado, invita a olvidos y entonces se cometen
errores y vivencias que invaden los suspiros.
Ser un ser encarnado no es más que volver a vivir una
historia nueva, libre de pasados y con ello… libre del recuerdo de la Casa de
Amor que siempre está esperando acoger a quien partió camino… de la experiencia
dura de la encarnación”
Ser un Ser encarnado es lo que somos aunque la Sombra invite
a olvidar nuestra Esencia de Luz”
Celia Álvarez Fresno 11-04-2022
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