Hoy, me disgusté porque el agua de la ducha, no estaba tan
caliente como deseaba.
Hoy, me dio pereza levantarme temprano, ya que mi cama
mullida, me invitaba a quedarme.
Hoy, salí a la calle y rezongué porque un coche, al pasar
deprisa, mojó mi pantalón.
Hoy, mi almuerzo no tenia el suficiente sabor y por ello, un
rictus de desaprobación surgió en mi boca…
Pero la reflexión sabia del Alma no se hizo esperar y dejó
unas palabras:
“Qué pobre te sientes hoy, aún teniendo abundancia.
Qué poco reflexionas sobre tantos hacinados que esperan una
oportunidad desde el otro lado de las fronteras…
Qué poco sabes de la carencia de afectos que otros mendigan…
Qué poco conoces la necesidad de un abrazo, de una
comprensión, de una Esperanza…
Qué poco mides tus palabras cuando imbuida en ti, no recoges
experiencias ajenas en tu corazón.
Qué poco intuyes y cuánto te cuesta ponerte en las
situaciones adversas de tantos habitantes de la vida…
Qué sueños tienes de abanderar la gloria de las palabras
para qué, estas rieguen Amor… Pero quien está inmerso en la carencia no absorbe
consuelo si no come, si no tiene cobijo..”
Y entonces yo, pienso que no puedo solucionar las vivencias
ante tantas desdichas, y sufro ante los abusos e intento remediar esta parte
abarcable que yo alcanzo. Pienso que la vida es vida y las circunstancias a
vivir son tan dispares…
Ante la realidad de las desdichas de tantos vivientes de la
Tierra, solo puedo regalar este trozo de experiencia y de reconocimiento en que
las Almas, eligen los caminos a vivir, aunque nuestra razón encarnada… no
comprenda motivos ni caminos.
Hoy, pienso en Dios. Y Él me dice:
“Si miras los ojos de un niño hambriento, allí soy. Si miras
un prisionero, allí soy. Si miras al guardián de una celda, allí soy. Si miras
al ladrón allí soy. Si miras al humano de paz y de Amor, allí soy. Porque soy
Todo y siendo, vivo las distintas circunstancias de la vida, dejando hacer”
Celia Álvarez Fresno 25-11-2021.
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