Dentro de nosotros existe todo un entramado de vida,
consciente de su camino:
Cada una de nuestras partículas, de nuestras células, de
nuestras venas, miembros… etc, sabe y conoce su función.
Dentro de nosotros existen guerras, y las defensas hacen
muralla contra los virus y demás atacantes. Unas veces se gana la guerra.
Otras, se pierde.
La vida física es como una gran Matroska.
La Existencia espiritual es otra gran Sutileza de donde
manan los sentimientos, las percepciones…
Somos un Todo, siendo parte,
unida a la Totalidad.
Y nos preguntamos si existe Más…,si existe Dios y la
trascendencia hacia Él….
¡Mírate! Calma tu ruido interior. Acuna tu Mente y llega a
Ti.!
En la Matroska de la Existencia, una Vida encierra otra
Vida. Y así fue, es y será por los siglos de los siglos.
¿No ves que eres Contenedor de muchas vidas que bullen en ti
y que hacen que juntas seas tú?
Lo mismo ocurre con Dios y su creación:
Somos partes de Él y a través de cada uno de nosotros y de
tantos Seres, de tantas especies, de las infinitas Dimensiones… Él Vive y se
expande.
Porque cuando morimos, solo estamos dejando un “contenedor”
-qué fue nuestro cuerpo, en este Camino sin fin que transitamos, camino de la
Existencia infinita por quien vibramos y hacia quien aportamos nuestras
experiencias de Vida y Muerte.
Nuestras Almas se involucran, experimentan en cada una de
sus encarnaciones. Y su anhelo es regresar al Lugar de Luz de donde un día
partieron camino de las diversas experiencias.
Con Luz Divina partieron y con Luz Divina regresaràn con el
conocimiento vivencial adquirido.
Todo ello es así para que la Totalidad -de quien formamos
parte- Sea en todas y cada una de las circunstancias infinitas de la
Existencia.
Y siendo así, todo se expande más y más hacia las
evoluciones camino de la Eternidad, esa que nos envuelve y que a la vez no
acertamos a mirar desde nuestra mente razonadora.
Celia Álvarez Fresno 2021
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