Limpia tu mente.
Extiende tus manos, eleva tu cabeza, e invoca a la Luz que limpia las barreras.
Visualiza un trayecto blanco a modo de camino, por el que
han de transitar tus pasos, tu sentir…
Camina con el Alma, solamente, y cada vez que das un paso nuevo, se despeja
tu mente, mientras se libera de juicios, de temores, de pensamientos de sombra,
de dolor, de rudeza, de piedras… qué tal vez arrastres y no lo sepas.
Libérate de juicios, de prejuicios.
Convídate a beber del vaso eterno del Amor.
Sigue avanzando y respira tranquilidad y Luz eterna.
Convídate a ser sabia con esa sabiduría existencial que en
todos Es. Despiértala en Ti.
Proyecta tu llamada amorosa y cuida ese cuenco que yace en
tu interior esperando ser llenado del Amor que vas recibiendo a través de ese
Camino nuevo que transitas.
Mírate.
Observa a tu Alma, toda Luz.
Avanza… avanza luciendo textos de Amor, y en el suelo, el
corazón tendido y en el Cielo, el convite del Amor universal en donde todo Ser
tiene cabida.
Porque la Morada tiene muchos desafíos, esos que bullen en
el ser encarnado; pero siempre, el racimo de Amor culmina con la sucesión de
pasos, esos que avanzan hacia donde permanece… el silencio de la Realidad, esa
Realidad que abarca Muerte y Vida, unidos en la Existencia.
Celia Álvarez Fresno 2021
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