Hay sombras, colina abajo…
La Tierra brama y fluye el fuego entre cántaros negros.
El cielo sigue impertérrito, cubierto de amargura ante el
fulgor del fuego.
No es día aunque sea mañana que amanece.
El polvo bulle y la calma duerme ante el sonido atroz que
amenaza perdido.
Seres humanos cogen sus enseres mientras ruedan las
lágrimas, en el rostro amargado.
Las vidas se suceden y nacen nuevas vidas y las flores
llenarán las colinas, uno y otro día aunque hoy llora en la muerte.
La Tierra tiene un parto de fuego y lodo.
La Tierra vive en la
Vida y enferma, y vomita lava y con ella, un paisaje nuevo que amanece.
Y las gentes se tumban en suelo, llorando sobre el colchón
prestado.
Y el fuego va hacia el mar uniendo los dos elementos en un
solo bramido.
La Tierra llora, el magma fluye, la flora muere, la fauna
huye… la muerte calla y la Vida, deja que la Tierra se lamente porque cada
viviente… se expresa a su manera.
Y la Tierra se duele, como se duele el Alma cuando duele la
vida.
Y la Tierra se expresa con su ruido y el sonido despierta el
sueño eterno de las adversidades… entre lamentos.
Celia Álvarez Fresno 2021
No hay comentarios:
Publicar un comentario