Ya no tienen caricias… las ilusiones se fueron cuesta abajo
aquella mañana de domingo.
Ya no tienen caricias tantas muñecas rotas, que arrojadas
con furia, mueren tras los escollos de un velo que las cubre.
Ya no tienen caricias ni ilusiones las niñas que alejadas de
proyectos futuros, duermen en su desdicha de abandono.
Ya no tienen caricias que acunen su futuro porque la vida
las lleva por caminos sedientos de comprensión.
Las niñas no tienen un futuro, ni siquiera un presente por
el simple hecho de haber nacido niñas en un lugar hambriento de oquedades, de
abusos, de tristezas al fin, regadas por las mentes que siguen los dictados de
los tiempos pasados, en un hoy.
Las niñas no son niñas que puedan establecer intereses y
anhelos del futuro, porque su futuro es la sombra, su presente es la sombra que
oculta su rostro, su saber, su propia estima… entre las marañas de historias de
sometimiento con fruto de interpretaciones de Almas dormidas.
Y el Universo deja hacer; porque en el plano físico lleva el
timón el propio plano físico.
Y aún así, allá, en el interior de las Almas… la Luz sigue
existiendo mientras espera el despertar de las conciencias.
Celia Álvarez Fresno 2021
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