Acuérdate de Mí en cada momento… Noche y día.
Que no sufran los cristales de tu inconsciente intentando decir sin que tú
digas.
No te abandones con ideas de luto si no encuentras motivo para creer en Ti,
porque los cielos siempre manan palabras pero alguna vez, la mente se vuelve
presa de la razón y no dice lo que el Alma intenta expresar.
Los cielos rugen de amargura al presagiar tormenta y los ríos, enlutados,
llevan la sangre vertida entre la humanidad.
La Tierra es un Planeta en donde bulle el aprendizaje olvidando el deseo del
Ser que se involucra en Alma libre para que el ser humano sea y se mueva a su
ritmo camino arriba, camino abajo, buscando árboles enramados y también hojas
muertas.
El ser humano de baja vibración no es peor que el elevado y simplemente el que
duerme no reconoce estar dormido y lleva sus razones liderando su vida.
El ser humano teme al otro ser humano y así en su duelo, se deshumanizan y
tiran piedras y al tirarlas… se hieren a sí mismos… proeza macabra acabar con
vidas incipientes o viejas que viven para que la vida discurra en sus
variantes mientras ellos son agua del cauce de la Vida.
El ser humano es la punta de una gran montaña. En las montañas interiores
existen tantas variantes como pensamientos lleva la mente, y a través de los
pensamientos claros u oscuros, nace una idea y a través de esa idea discurre el
cauce de las palabras y de la realización.
Y la vida transcurre y el rio puede bajar turbio o transparente haciendo que en
su trazado pueda mostrar las gotas de la Fuente como también… las gotas del
cauce embarrado.
Y la vida transcurre y el río que camina hacia el mar, se teñirá de mar cuando
la circunstancia lo requiera.
Y el mar volverá a ser gota en el éter de la inmensidad. Hoy, mañana u otro
día.
Celia Álvarez Fresno. 07-03-2022 Celia
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